¿Quién polariza?

Todo esto a cuenta de la iniciativa presentada por PSOE, IU y una diputada del grupo mixto, ex de Podemos, para que se apruebe en el Parlamento regional la oficialidad de la llingua. Oficialidad para la que carecen de mayoría suficiente, por lo que será rechazada con los votos de PP, Vox y Foro (otra cosa sería engañar a su electorado). Si ya lo saben de antemano, ¿para qué este movimiento, anunciado hace meses por el propio presidente regional Adrián Barbón? Pues para que la derecha se retrate, lo que volverá a cabrear considerablemente a los defensores de un bable en igualdad de condiciones con el castellano. Es decir, una empresa sin utilidad alguna, para volver a poner sobre la mesa un debate más que sobado que sólo servirá, precisamente, para aumentar la dichosa polarización.

La izquierda, la nacional y la asturiana, teme la desmovilización de su electorado y no pierde ocasión de utilizar cuestiones de índole emocional ­evidentemente, todo lo relacionado con la lengua lo es- para mantener las banderas en alto. El problema es que no sé yo si habrá acertado con el tema del bable. Y es que en Asturias el de la oficialidad es un tema muy menor para la mayor parte de la ciudadanía, independientemente de a quién voten. Es un hecho que más allá de los giros habituales, en la calle apenas se oye hablar en asturiano y la mayor preocupación al respecto es que lo del bable y los del bable no nos cuesten un pastizal o nos den problemas a la hora de presentarnos a una oposición.

Así que la maniobra de PSOE-IU sólo servirá para polarizar aún más. Porque, como es lógico, también quienes no quieren oír hablar ni en pintura de la oficialidad reforzarán su creencia de que la izquierda que nos gobierna, en Asturias y en Madrid, no piensa más que en polarizar.