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En este rincón del mundo que representa Occidente, hay una efeméride particular que celebramos los cristianos desde hace siglos. Tiene un nombre original que se ha prestado a refranes y dichos con desigual fortuna, pero su memoria representa una experiencia diaria de gran verdad y ... envergadura: las 'témporas'. La celebración como tal, implica el agradecimiento y la petición. En primer lugar se da gracias por cuanto se ha podido recoger en cosechas varias. Y luego se pide humildemente la gracia que nos permite sobrellevar con acierto y dignidad lo que tenemos entre manos como labor cotidiana. Es aprender a dar gracias y hacer viva la plegaria. Esto significa una doble conciencia: en un primer término saber que todo nos es dado, que todo es un regalo, que todo es una gracia. Y, después, que eso no lo hace nuestro ingenio ni es fruto de nuestra conquista, sino que somos instrumentos de alguien más grande que nos llama a colaborar en la buena marcha de la historia. Así, pues, la gratitud de quien busca la gloria de Dios agradeciendo sus dones, y la humildad de quien pide ayuda para ser bendición para los hermanos.

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elcomercio Las témporas y su significado