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Hace años un ministro de Agricultura recibió a un ingeniero le presentó un informe minucioso para plantar grandes extensiones de trigo en La Mancha. El ministro le miró y le dijo: «No voy a leer este informe hasta que no vea barro». ¿Qué barro?, preguntó ... el ingeniero. «El barro en sus botas de recorrer todos esos campos». Jesús no se quedó en el monte Tabor sino que bajó a la tierra para subir al cielo con el barro de nuestros pecados. La ley de la gravedad parece negarnos la Ascensión, pero tenemos una ley más profunda y poderosa: la eternidad, porque no hemos sido creados para hundirnos en la nada sino para ascender y descansar en Dios, a la derecha o a la izquierda, pero con Él.

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