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Los discípulos, enviados por Jesús para anunciar su Evangelio, vuelven entusiasmados. Cuentan a su Maestro todo lo que han hecho y enseñado. Jesús quiere escuchar con calma y los invita a retirarse a un sitio tranquilo, a descansar. Pero la gente les estropea el plan: ... de todas las aldeas salen a buscarlos y ya no es posible una reunión tranquila. Pero Jesús nunca los abandonará, los ve como ovejas sin pastor, sin guías en el camino, sin profetas para escuchar la voz de Dios, y él los enseña con calma.

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elcomercio Los malos pastores