Se amparan en la ley

El primer borrador explica cómo situar la enfermedad mental en relación a la eutanasia, porque la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia no excluye la enfermedad mental, permitiendo que las personas con un padecer insoportable puedan solicitar la prestación de ayuda a morir. Naturalmente después de una «evaluación psicopatológica exhaustiva».

Para justificar la aprobación de esa ley insistían en que solo se aplicaría en casos muy extremos, como siempre, hasta que se generalizó; con el visto bueno del Tribunal Constitucional, siempre fiel a la voz de su amo. De momento, el borrador no incluye a personas con síntomas de depresión o ansiedad leves o moderadas, de momento. Pero nos van seleccionando al nacer y nos administran el final.

Quienes dirigen esta sociedad saben manejarnos bien, tienen mecanismos para cambiar nuestra forma de pensar y que situaciones nada deseables lleguemos a verlas como buenas e incluso necesarias. Desde una ética cristiana o puramente humana, se puede afirmar que nadie puede decidir sobre la vida de otros. Pero poco a poco, lentamente, ya desde pequeños nos van adoctrinando y quien no piense que es así, que esté atento porque antes o después caerá en el sistema.