Inicio inmejorable

La presión alta desde el inicio del encuentro fue lo que más me llamó la atención después de la titularidad de Fede Viñas, del que se sigue esperando más. Aunque no dejó de intentarlo mientras estuvo en el campo. Cazorla indicaba a sus compañeros que subieran la línea para impedir que el Málaga sacara cómodo la pelota. Mientras Sibo firmaba su mejor partido de la temporada siendo una bola de demolición para la construcción de los malagueños. Pero qué decir de Hassan que se echó el equipo a la espalda y generó la mayoría del peligro del equipo azul. Al que parecía costarle meter el balón en la red hasta que Colombatto terminó mandándolo al fondo de las mallas y en un balón en el último minuto, tras un gran remate de Alemao, el Málaga marcaba en propia y la victoria se quedaba en casa.

Tres puntos de los que me gustaría destacar el cambio de actitud de los jugadores dentro del terreno de juego. Los titulares no se cansaron de correr y ayudarse entre ellos defensivamente a la vez que los suplentes salían con ganas de demostrar que son un recurso disponible en cualquier momento. Y todo generado gracias a la llegada de un nuevo entrenador con quien nadie tiene asegurado el puesto. La conexión con la grada recordó a esos momentos de temporadas pasadas donde todo el estadio se entregaba en cuerpo y alma animando hasta el último minuto. Paunović se ha estrenado por la puerta grande y lo único que queremos los aficionados del Real Oviedo es que el serbio nos haga seguir manteniendo la fe y la ilusión porque solo juntos lo conseguiremos.