Hace escasos días, el presidente de la patronal CEOE, ese mismo al que la ministra no llama para la 'concertación social' porque el gobierno ha entendido que solo tiene que concertar con aquellos que le caen bien o le dan la razón, realizó una serie ... de consideraciones sobre el mercado laboral y manifestó, entre otras muchas cosas, que 'habría que plantearse' qué se hace cuando un demandante de empleo que cobra prestación rechaza tres ofertas de empleo.

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Fue muy prudente, a mi entender. No hay que plantearse nada. La ley indica lo que hay que hacer, y es quitarle la prestación de inmediato. No ocurre, cierto, igual que la Seguridad Social no cobra miles de asistencias sanitarias a aseguradores o agresores y las seguimos pagando usted y yo con nuestros impuestos. Parece que está mal visto todo lo que tiene que ver con el subsidio de desempleo o con la asistencia sanitaria.

Pese a que fue prudente, a mi humilde entender, los sindicatos asturianos se han echado encima de él como perros de presa. Lean ustedes las declaraciones de sus dirigentes, y sorpréndanse. Se le acusa de no conocer el mercado laboral, de cebarse con los que peor lo están pasando y, realmente, han de saber ustedes que la culpa es de la patronal, no del tipo que está en su casa, cobrando el subsidio que usted y yo le pagamos y rechaza acudir a cursos y aceptar no una, sino tres ofertas de empleo.

Porque ya sabemos que hace mucho frío ahí fuera. Que madrugar es una cosa desagradable, que los compañeros a veces no son los mejores y que en ocasiones los jefes tienen mal carácter. Pero resulta que el escudo social que mantenemos entre todos no tiene como finalidad mantener vagos ni desincentivar el mercado laboral, sino todo lo contrario. Ayudar a quien en un momento dado tiene una situación de necesidad y no puede encontrar un trabajo.

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Llevo cotizados 28 años a la Seguridad Social y la mutualidad de la abogacía y, gracias a Dios, no he tenido nunca que cobrar un solo día de desempleo ni una baja laboral. Solo es una cuestión de suerte, no se crean, que tener salud y trabajo es un cúmulo de factores entre los que la fortuna cuenta mucho. Y pago mensualmente mis cotizaciones con gusto para que aquellos trabajadores que enferman puedan recuperarse con tranquilidad. Y quienes la desgracia de perder su empleo, puedan entrar en el sistema de búsqueda con una garantía de que van a poder comer durante el tiempo que tarden en encontrarlo.

Pero no tengo duda alguna, ni miedo en decirlo, que no quiero que mis cotizaciones vayan a mantener a quien recibe tres ofertas y decide quedarse en la cama mientras usted y yo madrugamos y mantenemos vivo el mercado de este país. Y si los sindicalistas no ven esto o creen que deben defender esas actuaciones, quizá deben pensar si están en este siglo o porqué cada día pintan menos en el mundo laboral.

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