Hace ya mucho tiempo que cuando a uno le cursan una invitación para un evento, abajo, a la izquierda, en letra más pequeña, suele incluirse una mención al 'dress code' o código de vestimenta que uno debe portar ese día. Suele acaecer cuando es necesario ... un determinado modo prefijado, y suele variar desde el muy formal 'chaqué oscuro caballeros, traje de chaqueta damas', al prudente de 'media etiqueta' que a uno le permite quitarse la corbata y dejarse la chaqueta, al que en ocasiones se observa ahora en que la etiqueta 'dress code' viene vacía, lo cual suele permitir libertad al indicado.

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Ahora que llevamos compartiendo unas columnas sobre las fiestas de prau y los festivales que tienen lugar en Asturias, toca analizar el 'dress code' del festival, pues uno, que no puede negar el transcurso de los años en carne propia, observa y aprende que, como todo, para ir a un lugar, hay que ir adecuadamente vestido.

El código masculino suele integrarse sencillamente por unas bermudas y una camiseta. Si la camiseta es de un equipo de fútbol (muchas de Real Oviedo y Sporting, pero otras de los más lejanos lugares de orbe), pues mejor, porque encaja más en lo que se va a encontrar. Unas zapatillas de deporte para adaptarse al firme, que suele ser irregular, y con eso al fin del mundo.

Las chicas, sinceramente, van mucho más arregladas. Cuidan su estética de un modo que no lo hacemos los hombres, acaso por vagancia, acaso por inmadurez. Ellas suelen portar botas altas que están de moda y que sin duda dificultan el caminar sobre el prado, y conjuntos ideales que no son tan cómodos para discurrir varias horas de fiesta, pero, como decía mi abuela «estar majo, cuesta trabajo»

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En ocasiones, el atuendo, según he aprendido, se acompaña de un extraño collar, a modo de cordel, que, tal como observé después, tiene por objeto colgar el vaso del que uno ha de proveerse en los bares del lugar (de plástico y no de cristal, solución idónea para evitar accidentes) y que ha de pagar religiosamente entre 1 y 2 euros, lo que aconseja su conservación para evitar inútiles dispendios.

Sobre la cabeza, un gorro, una gorra o un pañuelo, porque aunque el estío asturiano no tiene los rigores del Sur, sin duda ayuda a soportar en ocasiones horas al sol de la sesión vermú, que suele enlazar con la comida (paellada, costillada, lo que acaezca) para continuar hasta que llega la orquesta de la noche, cuando ya estorba y acaba, en ocasiones, en algún contenedor de los que se ubican en el recinto ferial.

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Y con esto, y ganas de divertirse, se puede enfrentar cualquier evento festivo en Asturias. Uno va ideal con su 'festi dress code' y si aún tiene las fuerzas para soportar muchas muchas horas de música y licores (las que ya nos faltan a algunos), el verano promete.

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