Leí en algún sitio que la Unión Europea recomendaba no felicitar la Navidad para no ofender a los musulmanes. Tuve que leerlo varias veces. Y, como debe hacerse con casi cualquier noticia hoy en día, tuve que contrastarla y, efectivamente, es un bulo.

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Al parecer, ... la polémica proviene del año 2021 en que la entonces comisionada por la igualdad, realizó un manual para introducir el lenguaje inclusivo en la Unión y allí peroraba sobre que era mejor evitar el término Navidad porque no todos profesan la misma religión. Vamos una boutade sin efecto jurídico alguno, y que da lugar, como vemos, a bulos que se extienden por las redes como agua infectada.

Así que sabemos que es un bulo, pero en esta sociedad que se autocensura constantemente, hay mucha gente que ha cambiado las expresiones a otras como 'Felices Fiestas' o 'Felices Pascuas' (cuando la Pascua tiene que ver con la resurrección y no con el nacimiento, saben ustedes bien). Y lo hacen precisamente por ese ánimo de no ofender, supuestamente, a quienes profesan otras religiones.

Yo soy de 'Feliz Navidad', 'Feliz Nochebuena', 'Feliz Año Nuevo', 'Felices Reyes'. Así de sencillo y de concreto. La festividad la celebran los católicos por el nacimiento de Cristo. No hay que decirlo bajito ni escribirlo en negrita.

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Del mismo modo que, hace años, en este país, no se podía gritar o escuchar música ni comer carne en Semana Santa, por ser tiempo de pasión (salvo que usted comprase una 'bula', aunque sea el mejor ejemplo de fariseísmo) ahora nos hemos ido al extremo contrario y parece que no podemos celebrar la Navidad por si alguien se ofende.

Celebro la Navidad con orgullo, porque respeto que los musulmanes celebren el final del ayuno 'id ad-filtr', o la fiesta del sacrificio que conmemora el peregrinaje a la Meca 'id al – adha'. Y en alguna ocasión he asistido a la Jánuca, una de las principales fiestas judías, a fin de conocerla y compartirla con quienes me invitaron.

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El respeto no es la ocultación de la celebración, es la celebración compartida. Es que cualquiera, con independencia de su religión, tenga un plato en mi mesa de Nochebuena si le apetece compartir nuestra cena, y a la inversa. Es poder cantar villancicos y que otros canten las canciones propias de sus celebraciones.

La sociedad global es precisamente eso, compartir, aprender y respetar. Lo que se esconde parece que es ilegal, obsceno o prohibido.

Y nada más bonito que la Navidad para compartirla con todos, vengan de donde vengan y crean en lo que crean.

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Así, que este humilde cronista suyo de capital de provincia les desea, a todos ustedes 'Feliz Navidad'.

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