El interés de los menores en el conflicto entre Shakira y Piqué

No hay más que una lucha narcisista entre dos egos que han llegado a un acuerdo, por lo que veo meramente económico, en relación con sus hijos, pero que en la práctica no están salvaguardando la buena comunicación, la cordialidad y el buen clima para el desarrollo de unos niños tras una separación o divorcio

Miércoles, 18 de enero 2023, 01:53

No pretendo en este artículo hablar de la pobreza lírica de las últimas canciones de Shakira, porque creo que va en consonancia con la tendencia generalizada en el panorama musical de establecer frases fáciles repetitivas, infantilizadas, presas del machismo, el materialismo absoluto y el 'sueño ... americano' en su versión más cutre;

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Pero lejos de las risas de los últimos días de gran parte del público, dividiéndose como verdaderos frikis en un bando u otro, un 'team' u otro, como si eso les fuese a repercutir en su vida en algo, pretendo establecer o preguntarme, si se quiere, ¿dónde queda el interés de los menores en este conflicto?

Además de convertirse en dos hazmerreíres, no veo más que una lucha narcisista entre dos egos que han llegado a un acuerdo, por lo que veo meramente económico, en relación con sus hijos, pero que en la práctica no están salvaguardando la buena comunicación, la cordialidad y el buen clima necesario para el desarrollo de unos niños, tras una separación o divorcio.

Esto me da para pensar y para hablar, como no podría ser de otra manera, que parece que el interés de los menores, máxime cuando se trata de personas al parecer 'intocables' debido a su poder, va poco más allá de los acuerdos meramente económicos y de las cuantías que mantengan a salvo el tal o cual nivel de vida del que disfrutasen los niños antes de la ruptura de sus padres, y deja en un fatal lugar, por un lado, a aquellos profesionales que deberían dar un toque de atención a los progenitores en este tipo de procesos y, por otro, a los mismos padres, que flaco favor le hacen a sus hijos enseñándoles cómo se tienen que comportar dos ex cuando el amor se termina.

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Pero además de todo esto, me preocupa profundamente que la libertad de expresión fomente discursos machistas como la culpabilización a la nueva pareja (que además estará en compañía de esos menores cuando corresponda), las alusiones a la edad y a la ética de esa mujer, o que se rían las gracias de expresiones de cosificación de las personas al compararlas con cosas, con meros objetos y su precio (Rolex y Casio), uno superior a otro, como si unas personas fuesen superiores a otras.

Aunque el recorrido de una demanda por vulneración del derecho al honor se ve muy difícil por el envoltorio de dichas alusiones, realizadas de modo artístico, veladas, indirectas, etc..., sí hay una cosa que está clara: se está gestando de modo público un clima de mal rollo y muy conflictivo, además de una suerte de polarizaciones y grupos a favor y en contra, en un caso muy particular y muy delicado: un matrimonio que tiene hijos en común, que son además menores de edad, que están sometidos de modo público por parte de sus propios padres a una división de 'buenos y malos', 'víctimas y culpables' y venganzas cruzadas.

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Un panorama copado de odios y, sobre todo, de absoluta mala educación, al que contesto que el principal deber de las mujeres y de los hombres no es facturar, sino por sus hijos velar. Y en eso no caben, ni las rimas, ni los memes, ni las estupideces.

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