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Del astuto e inteligente financiero norteamericano Warren Buffett nadie niega su gran experiencia e intuición para olfatear momentos especiales en los mercados financieros. Buffett, conocido como el 'Oráculo de Omaha', por haber nacido en dicha ciudad del estado de Nebraska hace ya noventa años, es ... un hombre que partió de la nada y guiado por su extraordinario instinto para los negocios se labró una fortuna inmensa, cercana a los cien mil millones de dólares, hasta el punto de llegar a ser en el año 2017 el tercer hombre más rico del mundo después de Bill Gates y de Jeff Bezos. Como dato anecdótico, Buffett vive en la misma modesta casa que adquirió en 1958, porque afirma que «el lujo, impide disfrutar de la esencia de las cosas. No necesito nada que no tenga, sólo tiempo y eso no se vende».
Buffett es todo lo contrario de esas personas que se pasan el día delante de la pantalla de su ordenador dando continuas órdenes de compra y venta, en las que sólo ganan los intermediarios financieros, ya que trata de hacer «apuestas de valor», es decir centrarse en compañías que tienen gran potencial de crecimiento y que él considera infravaloradas. El tiempo parece darle la razón porque con el apoyo de su mano derecha, Charles Munger, de 97 años, es una especie de Rey Midas que convierte en oro todo lo que toca.
Y Buffett ha lanzado una advertencia, a través del 'Indicador Buffett', diseñado por él, en cual avisa de altos riesgos para las acciones de empresas norteamericanas y, consecuentemente, para las de gran parte del mundo occidental. Warren Buffett compara en su índice la relación que hay entre la capitalización del mercado de valores y el PIB de un país. Por debajo de 0,7 el mercado estaría infraponderado, es decir barato y sería momento de comprar; mientras que a partir de 1,2 estaría sobreponderado o caro, es decir, sería momento de plantearse vender o de adoptar posiciones bajistas. Recientes cálculos tomados sobre el 'Índice Wilshire500' dan una valoración de más de 55 billones de dólares a todas las acciones de empresas norteamericanas, mientras que el PIB del país es de 21 billones de dólares. Es decir, la ratio entre ambas cifras es de 2,61. Dicho de otro modo estaríamos ante una sobrevaloración que jamás antes se había producido.
Cuando estalló la burbuja de las 'punto.com' en el año 2000, la ratio del 'Indicador Buffett' estaba en 1,61, con lo cual haciendo un cociente entre ambas cifras, vemos que ahora está un 62% más alto. En aquellos momentos hubo una fuerte corrección bursátil. Pero, hay algo que permite que esta burbuja siga creciendo sin explotar y son los tipos de interés cero, estables a lo largo de muchos años ya que, desde hace tiempo, el dinero no tiene ningún tipo de alternativa para refugiarse. Llegados a este punto, parece lógico concluir que la burbuja podría aguantar mientras que los tipos de interés no aumenten, pero es difícil que no lo hagan en un escenario fuertemente inflacionista como el que tiene el mundo occidental y, en especial Estados Unidos. Incluso entidades como Bank Of America, han pronosticado una década inflacionaria, lo cual obligará tarde o temprano a la FED y al BCE a mover fichar y subir los tipos. Y en ese momento o más bien antes se podría producir un gran cataclismo en los mercados de renta fija (bonos, obligaciones, letras, etc.) y de renta variable (acciones).
Robert Shiller, Premio Nobel de Economía del año 2013, compartido con Eugene Fama y Lars Hansen, y otro icono de las finanzas como es David Roche, presidente de la firma de inversión Independent Strategy, opinan que a los mercados financieros solo les falta la cerilla que prenda la mecha y esa cerilla puede ser aleatoria porque la vida y las finanzas son una amalgama tremendamente compleja en la que todo está interrelacionado de una forma inescrutable. En el mismo sentido se han manifestado otros prestigiosos inversores como Michael Burry, Jeremy Grantham, Leo Cooperman, Jeffrey Gundlach, Kevin O'Leary, Gary Shilling y Stanley Druckenmiller. La gran duda es cuándo sucederá eso.
Lo que no está claro es si primero moverá pieza la FED y/o el BCE subiendo los tipos de interés y luego se derrumbarán los mercados o si lo harán antes porque al igual que sucede en la naturaleza cuando los animales presienten un terremoto antes de que los medios científicos nos prevengan del mismo, en los mercados financieros sucede lo mismo y, a veces, llega antes la herida que el disparo.
Hace años en la televisión había un programa denominado 'Gran Prix' presentado por Ramón García, el cual tenía un concurso llamado 'La Patata Caliente'. En el mismo había un globo que se hinchaba cada vez más y que pasaba de mano en mano, de concursante en concursante, hasta que explotaba. Ese globo está muy hinchado y va a explotar brutalmente, pero nadie sabe cuándo lo hará ni cuál será la aguja que lo hará pinchar y mientras tanto los que tienen el globo en la mano ganan mucho dinero. Cuando explote perderán ellos y también los demás porque la sacudida generará una gran crisis económica. Ya falta menos.
Por eso dice un proverbio chino que «lo difícil no es saber lo que va a pasar, sino cuándo pasará».
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