Borrar

Tan difícil como imaginar a determinados líderes de la derecha española en una manifestación feminista hubiera sido pensar que Irene Montero aprobara una ley que rebajara las penas a condenados por violencia sexual. Aunque se lo advirtieran algunos juristas, cuya opinión no se tuvo en ... cuenta porque se les consideró culpables de inmovilismo. Destacadas figuras del PSOE, poco sospechosas de machismo, lo avisaron en el Congreso. Pero en lugar de la voz de la experiencia, a los responsables del Ministerio de Igualdad aquello debió sonarles a la envidia de los socialistas por quedarse atrás en la carrera del feminismo. La ministra de Igualdad ha sustentado su programa de trabajo y gran parte de la apuesta política de Podemos en la llamada 'ley del solo sí es sí'. Su objetivo era situar en una cota sin precedentes la protección a las mujeres. Lo que no parece haber conseguido. Que responsables de agresiones sexuales puedan ver reducidas sus penas por una ley con un pernicioso efecto retroactivo no es fácil de entender para cualquiera que considere que estos delitos deberían condenarse con mayor severidad. Menos aún si su opinión es que la dureza de las sentencias debe ser proporcional a la gravedad del delito, algo en lo que la ley también parece cojear. En todo caso, hasta aquí cabría un debate sobre aciertos y errores.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Las indicaciones del Gobierno