Carta a la comunidad universitaria

Cuando tomé la decisión de presentar mi candidatura al Rectorado de la Universidad de Oviedo lo hacía con el firme propósito de devolver a la institución todo lo que me había dado, pero también lo hacía desde la admiración. Siempre me he sentido muy orgulloso de lo que representa esta Universidad y, sobre todo, de las personas que la conformáis. No hay mayor honor y responsabilidad, que trabajar para vosotros, dedicar todo mi tiempo a mejorar vuestra situación, esforzarme cada día para conseguir un nuevo modelo de Universidad de Oviedo que nos permita ser futuro.

Ahora esa sensación de orgullo, y de responsabilidad, se han desbordado. Ahora la vida es muy diferente a cómo lo era por aquel entonces. La pandemia nos ha robado vidas, tiempo, celebraciones, abrazos, reencuentros... Pero este duro trance en mi caso me ha dejado la absoluta certeza de que trabajar para esta comunidad universitaria es lo que debo hacer. Vuestra respuesta ha sido ejemplar. Sin vuestra dedicación y vuestro quehacer diario, la Universidad no habría podido superar esta tremenda situación. Gracias desde el corazón.

La campaña ha sido larga, muy larga. Y eso me ha otorgado el tiempo necesario para establecer contacto con vosotros. Nos hemos visto cara a cara, hemos celebrado, antes de marzo de 2020, grandes reuniones. Después, las pantallas fueron nuestras aliadas. A través de ellas, os dibujé el boceto de la Universidad que quiero, la Universidad que queremos. Os hablé de esa Universidad abierta, imaginativa, moderna, que alumbra el camino que tiene que recorrer nuestra región. Os proyecté esa Universidad centrada en las personas, preocupada por su bienestar. Pública, que no deja a nadie atrás y que supone un espacio de reflexión crítica y receptiva. Quise haceros participes, y creo que lo conseguí, de ese proyecto de una gran comunidad unida por el saber, por la innovación, por la creación, por la reflexión.

Y ahora ha llegado el momento de convertir ese boceto en realidad. Tenemos mucho camino por delante, grandes retos que llevar a cabo. Y quiero comenzar a trabajar ya. Como sabéis, me he puesto deberes. Treinta retos para los primeros cien días. Treinta retos que empiecen a marcar el camino del nuevo modelo de Universidad.

No voy ahora a detallarlos todos, pero sí quiero señalar alguno de los planes que tenemos que poner en marcha para comenzar a construir esa Universidad que queremos. Tenemos que diseñar el Plan Estratégico de la Universidad de Oviedo para el periodo 2021-2025: es necesario saber dónde estamos y a dónde queremos llegar para saber qué camino hemos de seguir. Y lo mismo ocurre, de una forma más específica, con nuestra investigación. Es tiempo ahora de proponer un nuevo plan propio de Ciencia, Investigación, Innovación y Transferencia. La ciencia es riqueza para todos. Es la vía para que la Universidad se convierta en el verdadero motor de crecimiento económico de Asturias. Realizaremos también un plan estratégico de estudios. ¿Cuál es la situación formativa actual de la Universidad de Oviedo? ¿Cómo podemos diferenciarnos y posicionarnos en el panorama actual de las universidades españolas? Tenemos que trabajar para responder esas preguntas cuanto antes.

Ese cuanto antes implica más flexibilidad, más dinamismo, más agilidad a la hora de tramitar, modificar, gestionar nuestra Universidad. Por ello, una de las primeras tareas que tenemos que afrontar es la simplificación administrativa de nuestra institución y su desburocratización. Implantaremos cuanto antes la administración electrónica y abordaremos, como una de las cuestiones transversales y estratégicas, la transformación digital de nuestra Universidad.

El estudiantado tiene que sentirse parte. Es urgente. Ya lo dije en el acto de inicio de campaña: El objetivo principal es que cuando os referís a la Universidad de Oviedo no lo hagáis en tercera persona del singular. Necesitamos que os sintáis identificados con la institución y que os percibáis como el centro esencial de la actividad universitaria. Para ello, crearemos cuanto antes el Observatorio Eres-UO, para el análisis y estudio de vuestras necesidades. Lograremos que habléis de la Universidad en primera persona del plural.

Urge también definir una nueva estructura presupuestaria. La Universidad debe implantar la contabilidad analítica cuanto antes. Si no sabemos lo que valemos, no sabemos lo que costamos. También es necesario auditar nuestros espacios e infraestructuras, y poner en marcha planes estratégicos para campus, centros y departamentos.

Como veis, queda mucho camino por recorrer, y debemos iniciar la andadura sin demora. Lo hacemos con entusiasmo y con el firme propósito de hacerlo con mucho diálogo y compartiendo objetivos. Este es el medio que tenemos para incorporar la inteligencia colectiva de la comunidad universitaria y del conjunto de la sociedad. Así, retomaremos la senda de la razón de ser de la Universidad, como institución ejemplar y ejemplarizante en el desarrollo de Asturias. Nuestra institución es capaz de proyectar el futuro y lo único que necesita para eso es confianza y paciencia, porque sus hallazgos, sus descubrimientos y soluciones permitirán ofrecer respuestas a los importantes retos que hemos de afrontar y aportar a la sociedad asturiana.

Hoy, cuando a las doce de la mañana dé los primeros pasos en el claustro del Edificio Histórico en ese camino que me llevará hasta el Paraninfo, en el que tendrá lugar la toma de posesión, pensaré en todo esto. Pensaré también en qué queda de aquel joven impetuoso, soñador y comprometido (y, por qué no decirlo, muerto de miedo) que pisaba ese mismo claustro para acceder a su primera clase de la carrera de Derecho.

Como rector de la Universidad de Oviedo, trabajaré cada día por mejorar la institución como ya os he contado. Pero también espero que ese ímpetu, ese entusiasmo y ese compromiso que reflejaba aquel joven estudiante de Derecho allá por 1983 sigan presentes en mí.