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Los resurreccionistas

Los resurreccionistas

Para salvar vidas era necesario desmontar el cuerpo humano, estudiarlo, comprender su funcionamiento. Pero nunca fueron suficientes, siempre había escasez de material humano, así que los anatomistas hicieron lo necesario para seguir su vocación

Domingo, 13 de abril 2025, 21:55

En ocasiones, la historia de los avances en medicina está señalada por hitos macabros. Se me ocurren los experimentos del doctor Hubertus Strughold en Dachau, ... que hicieron progresar la medicina aeronáutica al coste de prisioneros sumergidos en agua helada o introducidos en cámaras de alta presión, para ver cuánto tardaban en morir. O el padre de la ginecología, James Marion Sims, que operó durante años a decenas de esclavas en el sur de los Estados Unidos, haciendo cirugías vaginales sin anestesia. Cuando pensamos en las virguerías que son capaces de hacer los cirujanos, desde una habitual operación de cadera hasta la reconstrucción de un rostro o un implante de corazón, muchas veces nos olvidamos de que, hasta llegar a ese grado de virtuosismo, hubo un largo camino de ensayo y error. Y este trabajo debía hacerse sobre cuerpos humanos.

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