El martes pasado se publicó en este periódico un artículo de Doménico Chiappe cuyo alarmante título no pasaba inadvertido, 'Salve un pantano, guise una nutria' ... junto a una fotografía de la nutria del Piles, aquella que acabó buscándose la vida en el parque Isabel la Católica de Gijón, con gran revuelo público debido a sus andanzas con los patos y otras aves del lugar. No confundir un roedor foráneo, introducido e invasor, el Coipú o Rata nutria (Myocastor coypus) con nuestra especie carnívora, autóctona y protegida, la Nutria (Lutra lutra). El autor comenta que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos anima al personal de su país a cazarlas y comérselas guisadas como si de conejos o pavos se tratase.

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Los españoles nos diferenciamos de los americanos en algunas cosas, nuestras administraciones no alientan la caza de especies de ningún tipo (aunque a veces tampoco la prohiben) y menos recomiendan comerse en un guiso lo que cacen (aunque a veces apetece). En nuestro país no todo el mundo tiene armas de caza ni fusiles de asalto, ni la gente sale en tropel a cazar para salvar los pantanos (rías, ríos y lagunas en nuestro caso) y afortunadamente en la actualidad tenemos una cultura proteccionista que llega hasta los servicios de pesca y vida silvestre (casi siempre).

La nutria se cazó de forma descontrolada en España, porque era considerada una 'alimaña' (animal dañino para el ganado o para la caza menor) hasta que finalizado el siglo XX empezó a aplicarse la cordura sobre algunos animales, su estatus y necesidades de protección, decisión tardía pero efectiva para algunas especies como el oso, el lobo, la nutria … Hoy hay nutrias en nuestros ríos y rías, cazan peces, cangrejos, insectos, reptiles, aves y moluscos; comparten la vida acuática y terrestre y se dejan ver con frecuencia nadando o corriendo en los lugares donde viven. Por favor, no las cacen, ni las guisen, ni se las coman, respétenlas. Gracias

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