Desinformación

Metidos en ese círculo, en el que leemos y vemos todo tipo de informaciones de las que no podemos conocer si están o no están contrastadas, si son noticias de calidad, nos resulta muy difícil poder salir y de ese modo la desinformación que estamos digiriendo indudablemente va a afectar a nuestra vida y a nuestro propio comportamiento social, desde el momento en que podemos estar entrando y creando nichos de opinión que nos conducen a posiciones personales, y sobre todo políticas, totalmente polarizadas.

El problema que tenemos ante nosotros es cómo poder distinguir entre lo que es información y lo que no lo es, lo que es un bulo o una noticia falsa o incluso una noticia a medias.

Años atrás era fácil distinguir la verdadera información, pero ahora, lamentablemente, cuando cogemos el móvil que llevamos en el bolsillo, o cuando nos conectamos a nuestro PC, de modo continuado nos están apareciendo noticias, comunicaciones o fotografías con subtítulos que tienen el aspecto de noticia fiable, y aun sin confirmar que esas informaciones son ciertas, las reenviamos a nuestros grupos de amigos, con lo que estamos siendo transmisores de esas noticias falsas.

Esto nos ha de obligar a que necesitemos aprender a consumir la información que recibimos y, sobre todo, a no tragarnos la desinformación, algo que resulta absolutamente necesario para que las informaciones que recibimos sean equilibradas.

Además de eso, ese aprendizaje también nos ayudará a que, por ejemplo, no nos cuelen esos timos 'online' que se generan con mensajes de WhatsApp o SMS que nos llegan supuestamente enviados por nuestros bancos o por nuestros proveedores de servicios, para robarnos nuestros datos y, por supuesto, para robarnos nuestro dinero.

Todo esto no significa que no pueda creer nada de lo que veo en internet o lo que leo en los medios de comunicación tradicionales, donde hay buen periodismo e información que puedo digerir de modo seguro. Sólo que, lo que tengo que hacer es aprender a distinguirla y contextualizarla.

El mejor procedimiento para saber si una noticia o información que circula por las redes es viable es que no nos quedemos sólo con los titulares, ya que muchos medios de dudosa veracidad utilizan esos titulares de modo sesgado y sensacionalista. Antes de compartir una noticia en las redes sociales es necesario que reflexionemos y no seamos de gatillo rápido, ya que de ese modo no contribuiremos a difundir informaciones falsas.

Es importante para no caer en la desinformación que utilicemos canales informativos variados ya que, si por ejemplo sólo nos informamos en Twitter u otro medio similar, será el algoritmo de ese medio quien esté decidiendo cuál va a ser nuestra dieta informativa.

Por ello, es importante que antes de aceptar o compartir una información investiguemos la fuente y su trayectoria de credibilidad y, después de esto, que hagamos consultas a otras fuentes para ver otras opciones de esa noticia, ya que esto nos dará una visión más completa, puesto que averiguaremos de dónde nos llegan los datos y si son oficiales o no. Y por último es importante ver el contexto sociocultural para entender el trasfondo.