En todos los medios de comunicación, día tras día, después del viaje que el pasado día 29 de noviembre realizaron desde Madrid a Oviedo, en un tren Alvia, el Rey Felipe VI, acompañado del Presidente del Gobierno, del Ministro de Transportes, del presidente del Principado ... y de otras autoridades, no hacen más que publicarse noticias tales como Pedro Sánchez inaugura el AVE a Asturias, el primer AVE Asturias Madrid se ha inaugurado hoy, la alta velocidad ha llegado a Asturias, el Rey hace su primer viaje a Asturias en Ave, etc.etc.
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Vamos a ver, seamos más precisos y objetivos, de modo que, de una vez por todas, dejemos las cosas claras y hablemos de la realidad tal y como es. Resulta más que evidente que el AVE aún no ha llegado a Asturias. El pasado día 29 de noviembre, en ese viaje desde Madrid, lo que en verdad se inauguró fue la variante de Pajares, compuesta por un tramo de 49,7 km de longitud, entre la Robla y Pola de Lena, de los que el 80% transcurren por túneles. Esta estupenda infraestructura, lo que hace es acortar el recorrido de León a Asturias, al sustituir la antigua rampa de pajares, que implicaba un largo recorrido y una reducida velocidad en los trenes, tanto de pasajeros como de mercancías.
No se nos puede estar diciendo de modo machacón, lo que no es. La cruda realidad es que el AVE aún no ha llegado a Asturias. Lo que en verdad tenemos es una inaugurada variante ferroviaria que llega a Pola de Lena y que acorta enormemente la distancia con León al reducir considerablemente el tiempo de viaje hasta Madrid. Pero, desde Pola de Lena a Oviedo y a Gijón, la infraestructura sigue siendo la misma y por ella en modo alguno puede circular la alta velocidad de los trenes a su máximo rendimiento.
Yo puedo tener un Ferrari de Fórmula 1 que me permite alcanzar casi los 350 km/h, pero si la infraestructura de los circuitos no es la adecuada, difícilmente puedo llegar a esas velocidades. Y en la misma línea, si el circuito es perfecto y en el pueden lograrse las velocidades máximas, estas nunca podrían alcanzarse si en vez de tener un Ferrari de altas capacidades, lo que tengo es un Renault que como máximo puede alcanzar los 220 km/h.
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La auténtica realidad es que el AVE sólo llega a Sevilla, Málaga, Barcelona, Orense, Alicante, Valencia o Valladolid. Desde Madrid, a Oviedo y Gijón, hasta ahora sólo puede llegar el Alvia, pero aun seguimos esperando para que nos llegue el AVE, el Avril, el Avlo, el Oulgo o el Iryo.
Ya va siendo hora de que empecemos a decir las cosas por su nombre y que todo el mundo se entere, ya es el momento de que nuestros políticos y nuestros gobernantes, en vez de hacer propaganda, se esfuercen para mejorar las líneas entre Pola de Lena y Gijón, para permitir que, de una vez por todas, la alta velocidad llegue a nuestras ciudades más importantes.
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La diferencia clara entre un Ave y un Alvia es muy significativa, ya que en un tren Ave y por una vía de alta capacidad, la velocidad máxima oscila entre los 300 y los 350 km por hora y además de eso tienen pocas paradas intermedias. Pero, el Alvia es un tren que circula por vías de alta velocidad, pero su velocidad máxima no sobrepasa los 250 km/h y además de ello suele detenerse en paradas intermedias
Concluyo diciendo que, tras la inauguración de la variante, ahora lo que debemos de esperar es que a Asturias nos lleguen los auténticos trenes de alta velocidad y añadidamente a esto, que se mejoren las infraestructuras viarias desde Lena a Oviedo y Gijón y también que se adapten ambas estaciones para dar el mejor servicio a la alta velocidad.
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