Llueve sobre mojado

Dos años antes, el mismo gobierno local había barajado la posibilidad de su posible instalación en los terrenos de la antigua ciudad sanitaria de El Cristo, también para desechar la ubicación poco después. De nuevo, después de haber descartado Latores y atribuirle la responsabilidad en exclusiva al Real Oviedo por la falta de presentación de un proyecto, ahora se baraja un nuevo cambio de ubicación hacia los terrenos de la Manjoya y, sin que haya transcurrido siquiera una semana, ya se suscitan nuevos interrogantes sobre su idoneidad. Una muestra más de falta de seriedad.

Nuestra posición, entonces y ahora, ha sido la de apoyar el proyecto de ciudad deportiva como una iniciativa necesaria y beneficiosa, que no solo conecta con el lógico interés del oviedismo, sino también con las aspiraciones del conjunto de las y los ovetenses, dada la importancia económica y social que tiene el Real Oviedo para la ciudad y para Asturias. Los requisitos previos para ello tienen entonces que ser, ante todo, el rigor de un estudio técnico municipal del lugar idóneo para su posible ubicación, y en consecuencia evitar cualquier tentación electoralista de jugar con los sentimientos de la afición oviedista, poniendo en riesgo un tema tan importante para Oviedo.

Sin embargo, da la impresión de que, hoy por hoy, sobre la ciudad deportiva del Real Oviedo en realidad no hay nada efectivo: ni ubicación definida ni proyecto concreto. Después de años, lo que sigue habiendo son, sobre todo, anuncios y desmentidos y, por si fuera poco, últimamente a la propaganda se le añade la indiscreción y el desencuentro público en los temas pendientes entre Ayuntamiento y Real Oviedo, tanto en la adecuación del estadio Carlos Tartiere como sobre la futura ciudad deportiva, cuando lo que debería primar es el diálogo y la colaboración.

Llueve sobre mojado.