Un gallego que da la talla

La aplastante victoria del PP, el pasado domingo 19 de junio, en las elecciones andaluzas, anticipa cambios a nivel nacional. Con toda seguridad, el tono moderado de Núñez Feijóo ha influido en tan excelente resultado. El éxito de Moreno Bonilla, que no es ninguna lumbrera (pero en el país de los ciegos políticos, el tuerto es el rey), creo que se puede leer en clave nacional. No en vano, Andalucía es la comunidad autónoma más poblada. La gestión desarrollada por Moreno Bonilla y su talante moderado le han permitido revalidar el cargo con holgura. Ha fagocitado a los votantes de Ciudadanos, un partido en proceso de defunción, y se ha desmarcado de Vox, obviando discursos extremos a los que tiene querencia la presidenta madrileña. En definitiva, lo ha hecho bien. Creo, además, que esto permite avizorar un cambio de rumbo en un futuro no lejano.

En las anteriores elecciones generales, España le dio su apoyo a Pedro Sánchez. Alguien que podía resurgir de sus cenizas de semejante forma, parecía capaz de cualquier cosa. Nos quedará eternamente la duda de lo que hubiera podido hacer con una mayoría más holgada y con una legislatura en la que hubiese podido estar pendiente de los problemas de los ciudadanos y no de los extraños equilibrios y más extraños compañeros de cama para sostenerse en el poder. No hace falta ser adivina para saber que lo que resta de legislatura es lo que le queda a 'Pedrito el Hermoso' en viajes en Falcon. Será hermoso, pero muy poco atractivo. Los hombres que solo están pendientes de sí mismos me parecen horrorosos. Para gobernar da igual, pero da la casualidad de que su gobernanza va camino del horror. ¿De qué se está ocupando este cambalache de izquierdas que nos gobierna? ¿De los dolores de regla que ya estaban cubiertos? ¿De ir detrás y encarcelar a quien quiere sexo pagado y quien lo quiere ofertar, esto es, el oficio más viejo del mundo? Una cosa es la explotación y la trata y otra, bien distinta, lo que acuerden en privado dos personas. ¿De las identidades de gente no binaria? ¿De arreglos cosméticos para minorías? ¿De la chorrada de las bajas por hospitalización de mascotas que proponía Teresa Rodríguez? Que mire sus resultados y tendrá la calificación a sus burradas.

Esta situación no tiene un pase y todo parece indicar que tendrá que venir un gallego sensato y buen gestor a intentar 'desfacer' el entuerto. ¿Por qué? Pues porque hasta la gente de izquierdas le va a votar. Como ha sucedido con el presidente de andaluz. Y le va a votar porque esta izquierda no se está ocupando de los problemas de la gente, de las clases medias, que cada vez son menos medias y más bajas y estamos en una situación de alarma. La gasolina va camino de los tres euros, ¿nos estamos volviendo locos? La factura del supermercado cada vez es más alta comprando lo mismo. Ya empezó a subir en la pandemia y crece en progresión geométrica. Estoy hablando de las cosas de comer, no de chorradas identitarias para cuatro gatos. Hasta comer puede ser un problema para la mayoría, excepto para los muy ricos, pero es que la mayoría no lo somos. Estoy hablando del precio de la luz. Las medidas puestas en marcha no están surtiendo el efecto deseado y darle al interruptor y poner la calefacción el próximo invierno o el aire acondicionado en verano (eso que nos ahorramos los asturianos) será prohibitivo o un lujo asiático. Y con todo esto, nuestro Gobierno se ha ocupado de mover al dictador de sitio, que ya descansaba en paz y nos habíamos olvidado de él, y de provocar incendios en política internacional y estropear cosas que funcionaban bien.

El elegante gallego lo tendrá muy fácil en esta tesitura. Y con el listón tan bajo que le están dejando, mejorar esta desastrosa gestión será coser y cantar. Y los españolitos contentos. Incluidos los de izquierdas que echan humo. 'Pedrito el Hermoso' necesita a 'Cyrana de Bergerac' para sumar, que se presentará como primera candidata al Gobierno de la nación con un 'amagüestu' de partidos que ni ella misma entiende. Sueña con ser la primera presidenta, pero esperemos que la primera sea, algún día, una mujer que de la talla. Decía el poeta satírico latino Juvenal que «los hombres que tienen los mismos vicios se sostienen mutuamente». Por eso nos toca a nosotros elegir, quitarlos de en medio cuando sobran, renovarlos cuando están viciados por su propia gestión y darle la oportunidad a Núñez Feijóo para que la aproveche debidamente. Si el pujante gallego quiere tener el privilegio de llevar las riendas y pide la oportunidad, yo se lo voy a dar.