En el fútbol manda el balón. Es su ley. Los malos resultados aguantaron a David Gallego en el Sporting hasta que se le acabó el crédito. La paciencia del consejo fue excesiva. La sangría debió cortarse en diciembre.
Publicidad
Después de perder en Las Palmas, el ... director deportivo no tuvo alternativas para sustituirlo y cambiar el rumbo. Parecía el momento oportuno. O tras el empate con el Huesca, con la sorprendente trifulca entre Rico y Gallego, después de que este increpase a Javier Martínez. Un episodio dantesco que debía haber acabado con los dos técnicos en la calle.
Tres victorias en los últimos 19 partidos, con el equipo en el puesto 15 es una situación inaceptable, sin olvidar que la plantilla se confeccionó para ascender y se reforzó con una gran inversión en enero. Pese a todo sigue originando dudas, que acabaron con el míster catalán. El fracaso es estrepitoso, por segundo año consecutivo, con poco margen ahora para la mejora. El entrenador no supo sacar partido al plantel. El director deportivo, como máximo responsable de la parcela, incluida la elección y continuidad del técnico, debería haberse ido en el mismo lote, pero el consejo le tiene una estima especial. O cumple lo que le dicen.
La ley del fútbol se aplicó por el lado habitual, el del entrenador. En este caso es lógico, aunque llega tarde. Los malos resultados echan a Gallego del Sporting. Hubo incidentes extradeportivos que se obviaron por la excesiva prudencia de los consejeros, con quienes había tensión. El técnico se vio superado por las circunstancias. Le pudo el nerviosismo, aunque el desenlace fue más culpa del balón, pese a que en ante la Ponferradina resultaron más culpables los 'artistas' que el míster.
Publicidad
Gallego acudió ayer a Mareo para recoger sus pertenencias y recibir la explicación presencial en la 'planta noble'. Estaba contrariado. Es lógico. A ningún entrenador le gusta que lo destituyan, aunque haya vivido capítulos en los que parecía que lo estuviera deseando. Se apreció en algunos partidos en los que las alineaciones y los dispositivos tácticos tuvieron poca coherencia. Da la sensación de que por momentos le pudo la presión.
Suerte a Gallego en su futuro. Aquí ya es historia. El presente es Martí. El balear tuvo un largo historial, con 556 partidos disputados como futbolista profesional, más 163 como entrenador. En El Molinón jugó con el Tenerife, la Real y el Mallorca y vino en los banquillos del Tenerife y del Leganés. Conoce bien cómo aprieta el campo gijonés.
Publicidad
El mallorquín parece un técnico con personalidad. Lleva más de dos meses examinando al Sporting. Sabe la plantilla que hay. Se le exigirá cambiar la dinámica, la imagen del equipo y erradicar vicios, incluidos los de sus auxiliares. En Mareo hay fama de que a veces vuelan puñales. Pues que ponga coraza. Le deseamos la suerte que le faltó a su predecesor, empezando por el partido ante el Zaragoza.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.