Filatelia

El 6 de noviembre de 1975 y con el dictador en la cama, Marruecos invadió el Sahara ante la dejadez de militares y políticos, que abandonaron a su suerte a hombres y mujeres cuyo carné de identidad era el mismo que utilizaban los españoles en la Península.

45 años después, ninguno de los sucesivos gobiernos de España tuvo el coraje suficiente, o la posición ética imprescindible, para apoyar a la población saharaui, que hoy sobrevive en las peores condiciones en territorio argelino.

De pronto, y en medio del ensordecedor silencio que viene acompañando a la realidad del Sahara, el todavía presidente estadounidense Donald Trump, decide reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sahara (quiero creer que los negocios de su hija en el territorio no habrán tenido nada que ver con esa decisión de última hora), pero más que hablar aquí de los intereses espurios del mandatario yanqui lo que quiero señalar es el silencio de tantos 'patriotas' españoles, a quienes se les llena la boca reclamando duras intervenciones (hay quien habla de matar a 26 millones de personas) y sin embargo vienen callando ante una injusticia histórica como esta.

En fin se está construyendo un país en el que, como dice el tango, los mal llamados patriotas se acostumbraron a ahorrar en zapatos andando de rodillas ante los poderosos, y así nos va.