Sólido e intachable

Y ese gozo tan terrenal se vio truncado por la tristísima noticia de su inesperado fallecimiento. Una ola de profunda tristeza, de estupor, corría deboca en boca, mensaje tras mensaje, de manera especial entre los órganos de gobierno y personal de la Cámara de Comercio de Gijón, con quiensiempre mantuvo un trato exquisito, de máxima confianza y lealtad.

Marcelino supo encarar en momentos de profundos cambios en el sector editorial y de los medios de comunicación, la esencia y espíritu de EL COMERCIO.

Rigor en la noticia, apartado de sensacionalismo y oportunismo. Equilibrio en la expresión y el trato, con su puerta y su móvil siempre abiertos a atender un comentario y cambio de impresiones, manteniendo a la vez la independencia del medio. Cercanía con el territorio, su querido Gijón, para el que EL COMERCIO fue y es referente indispensable de información y opinión, unido a la defensa de los intereses del conjunto de Asturias. Liderazgo con su equipo de profesionales y colaboradores y, todo ello, dentro de un grupo editorial de carácter global y diversificado.

Marcelino forma ya parte de la saga de periodistas con mayúsculas, de directores de su mancheta por excelencia, y de los comunicadores de prestigio sólido e intachable. Nos ha dejado un modo de hacer que sirve de ejemplo para las actuales y futuras generaciones de lo que es hacer periodismo.

Su familia -de manera muy especial su mujer y su hija-, sus colegas y compañeros y el conjunto de sus lectores y la sociedad, en general, lloramos, con o sin lágrimas, el fallecimiento de nuestro querido Marcelino, y rezamos por él y su entorno. Desde esta tribuna os traslado en nombre propio, y en el del conjunto de todos los que conformamos la Cámara de Comercio de Gijón, un fortísimo abrazo y nuestro apoyo y cariño.