¿Hacen falta premios Nobel para estar entre las 500 primeras universidades?

Para una universidad como la de Oviedo es un logro estar entre las 1.000 primerasy estar entre las 500, un verdadero éxito, en una comunidad que gasta en I+D poco más de la mitad de la media del país

Jueves, 25 de agosto 2022, 21:41

La publicación del ranking de Shanghai de universidades ha hecho que tanto desde los investigadores, como desde el Rectorado y el Principado se pusiera el foco en los premios Nobel como una de las bazas fundamentales para situarse entre las primeras y como la Universidad ... de Oviedo no tiene capacidad para fichar premios Nobel, ya podemos darnos con un canto en los dientes. Este argumento es muy discutible como explico a continuación.

Publicidad

El ranking contabiliza seis factores que están íntimamente relacionados con la investigación de mayor impacto: el número de premios Nobel y medallas Field que se formaron en la universidad (cuanto más recientes, más puntúa); el número de premios Nobel/Field que trabajaban en la universidad cuando obtuvieron su premio; el número de investigadores incluidos en el 1% de los investigadores más citados del mundo (si un investigador pertenece a varias instituciones sólo se contabiliza la institución principal); el número de publicaciones en 'Nature' y 'Science' en los últimos cinco años, con un peso diferente según el papel de los autores en la publicación; el número de publicaciones incluidas en dos bases de datos que contienen las principales publicaciones científicas del mundo; y la producción per cápita del conjunto de los investigadores de la universidad. De estos seis apartados, el primero y el último tienen un peso del 10% cada uno de ellos, y los otros cuatro del 20%.

La realidad es que aunque la Universidad de Oviedo fichara a un premio Nobel para cubrir el expediente, no se movería un ápice la puntuación en lo que a esos premios Nobel se refiere. Sólo contabilizaría en el apartado 1% de los más citados si el premiado estuviera entre ellos, lo que es prácticamente seguro, pero tendría que pasar a ser la Universidad de Oviedo su institución principal y, además, solo contarían en el apartado de publicaciones las que, a partir de entonces, y como cualquier otro investigador (no como premio Nobel) publicara en nombre de la Universidad Oviedo y solo de ella.

Es cierto que para estar entre la élite mundial casi es obligado haber formado o haber tenido investigadores que obtuvieron su premio cuando trabajaban para esa universidad. Entre las 25 primeras del mundo todas sacan puntos aquí. Sin embargo, entre los puestos 400 y 500, poco más del 15% tiene puntación en el primer apartado que es el que menos puntúa y solo una en el segundo. Todas las universidades españolas tienen un cero en ambos apartados excepto la Complutense de Madrid, que puntúa en el primer apartado por haber tenido a Severo Ochoa entre sus alumnos, y esto no ha impedido que la Universidad de Barcelona sea la primera de las españolas y esté entre las primeras 200 del mundo. O que 27 universidades españolas, además de la Complutense, superen en el ranking a la de Oviedo.

Publicidad

La Universidad de Oviedo tuvo su mejor posición en el ranking de Shanghai en 2019 y 2020, donde ocupó el puesto 481. Una diferencia importante respecto a 2022 es que en 2020 tenía dos científicos entre el 1% de los más citados mundialmente y ahora no tiene ninguno: Otín, cuya travesía conocemos, y Julio Bobes (quien, por cierto, no ha conseguido obtener la plaza de profesor emérito en nuestra Universidad). También las publicaciones en 'Nature' y 'Science' eran superiores (mérito en el que tenía un peso no menor el propio Otín).

En España hay 50 universidades públicas y 34 privadas. 40 aparecen entre las 1.000 primeras del mundo y, de ellas, solo una privada. El puesto absoluto de la Universidad de Oviedo en el ámbito nacional es el 29 lo que no es despreciable.

Publicidad

Hay otro debate superior y es el de desacreditar a la propia universidad española por no tener a ninguna entre las 100 primeras. A cambio, tenemos 40 entre las 1.000 primeras. Francia tiene 29, Italia 46, Japón 32, Alemania 47, Corea del Sur 30. Es cierto que falta alguna universidad de élite y de referencia clara, pero se olvida el gran nivel medio de nuestras universidades en un país en el que el gasto en I+D está muy por debajo de la media europea.

Para una universidad como la nuestra estar entre las 1.000 primeras es un logro y estar entre las 500 es un verdadero éxito en una comunidad que gasta en I+D poco más de la mitad de la media del país. Para conseguirlo y para sostenerlo en el tiempo se necesita trabajar a medio y largo plazo. Es imprescindible aumentar el gasto y buscar la mayor eficiencia en el mismo, buscando la retención y la atracción de buenos investigadores que son objetivos reñidos en el corto plazo, y apoyando de forma particular y decidida a la punta de lanza de los mejores, nuestro propio 1% más elevado que es el que tiene verdadera capacidad de marcar la diferencia, publicar en las revistas de mayor impacto y tejer alianzas internacionales que permitan un mayor calado de nuestra producción científica.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad