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Yo diría que da para un programa del televisivo Iker Jiménez. Se podría titular: «El extraño caso de la ITV en Granda». Como saben, la intención de la empresa pública ITVASA -responsable de la inspección oficial de vehículos en Asturias- es instalar una estación en ... esta parroquia rural gijonesa. Digo que es un misterio ya que todavía desconocemos por qué se decidió esta ubicación, cuando se habían analizado una decena de parcelas según manifestó a EL COMERCIO su gerente, Belarmino Rodríguez Blanco. Recordemos que esto es algo único en nuestro paraíso natural.
De las nueve ITV existentes en la actualidad, ninguna se encuentra en un entorno similar. Todas en polígonos industriales, con lo que ello representa. A la postre, infraestructuras adecuadas para el tráfico que una instalación de este tipo genera. Desde luego, más de los 200 coches al día que dicen. También resulta chusca la explicación de que ya tenía una nave a disposición, cuando este tipo de edificación es rápido de construir y tiene un coste bajo. Fíjense que reformar lo existente sube a los 477.000 euros y la inversión total es de 2,2 millones. Asimismo, proliferan las 'fake news' sobre el tema para escurrir el bulto. Primero, IU dice que existe la solución de 'pinchar' la autovía minera, desmentido posteriormente por el consejero de Infraestructuras, Enrique Fernández, en sede parlamentaria. Y segundo, sugiere que fue el Ayuntamiento quien hizo hincapié en esta operación, negándolo desde instancias municipales. Confusión de confusiones: todo es confusión.
¿Y si esta estación fuese privada? En España solo dos comunidades (Asturias y Andalucía) tienen un modelo de gestión pública para la inspección de vehículos. ¿Serían tan condescendientes nuestros gobernantes o pondrían el grito en el cielo? ¿Permitirían acaso que una empresa privada (Satán) construyese una ITV en Granda? Sinceramente, creo que no.
Sin lugar a duda, las reacciones hubiesen sido muy diferentes. En realidad, tiene bemoles que Gijón esté expulsando al coche a patadas de la ciudad, para luego llevarlo al mismo corazón de las parroquias rurales. Es un sinsentido pleno.
El grupo de IU en la Junta votó a favor de este emplazamiento, justo lo opuesto a la política que realiza desde su concejalía gijonesa. Entre otras razones, porque no se podía perjudicar la creación del empleo público (unos 20 puestos de trabajo). Ya saben, aquí vale el doble que el privado.
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