Las escenificaciones, sobre el césped

Escenificar una buena relación entre los implicados no tendría ningún efecto, por la falta de credibilidad del dúo Gallego-Rico, incluso aunque el director deportivo utilice a sus amanuenses. El míster ya desmintió acusaciones y luego se las tuvo que comer con patatas.

La única escenificación consecuente es la que el equipo ofrezca sobre el césped. Mañana toca el Alcorcón en la Copa. La del Rey, por supuesto. Es probable que El Molinón registre una buena entrada, ya que el partido sólo será televisado por una plataforma de pago por internet y el tiempo anunciado es sin lluvia y con una temperatura de unos ocho grados de mínima.

Sobre el papel, el Sporting es el favorito, aunque conviene recordar que el Alcorcón fue el último equipo al que ganaron los rojiblancos. Confianzas, cero, como suele decir el míster, quien es de suponer que estará centrado sólo en el partido, que es lo que interesa, sin que se envuelva más en rollos pasados.

Es probable que Gallego dosifique esfuerzos en los jugadores, aunque tiene una plantilla demasiado reducida por las lesiones, con el problema que suscita el número de licencias del filial, para evitar una alineación indebida. El Alcorcón la sufrió en la pasada campaña ante el Zaragoza y el Sporting la rozó ante el Rayo. Hay jugadores que tienen muy poca actividad, aunque sean alabadas sus condiciones teóricas. Uno de ellos es Christian Rivera, el fichaje estelar de Rico esta temporada.

Las lesiones musculares de Cuéllar y Babin son conocidas, así como la rotura de menisco de Pablo Pérez, con fechas estimadas de recuperación para enero. Menos concreción hay con una sobrecarga que Marc Valiente sufre desde hace un mes, ya con algo de trabajo con sus compañeros, y un esguince de tobillo de Campuzano, que se le produjo hace 36 días. A ver si hay alguna sorpresa agradable en las próximas horas. Para los futbolistas y para el entrenador.

Después llegará el viaje a Ibiza, con sólo dos días de entrenamiento entre la Copa y la Liga, y la necesidad de empezar a recuperar el terreno perdido y huir de problemas clasificatorios. Para eso se precisa concentración total en lo que es fútbol. Veremos si los ínclitos tienen la lección aprendida.