Un enorme hartazgo

Y es que los sucesivos gobiernos del PSOE y del PP han ninguneado a nuestra tierra durante demasiado tiempo. Más allá de la llegada tardía del AVE, la situación de las cercanías es una ruina, como se ha puesto de manifiesto con la necesaria obra entre Pola de Lena y Oviedo que ahora se quiere acometer coincidiendo con la apertura de la variante de Pajares.

Los retrasos y las incidencias son el pan nuestro de cada día para el medio millón de asturianos y asturianas que usan las cercanías y el Feve. La situación es insostenible, habida cuenta que cada vez hay más viajeros pero cada vez hay menos trenes, y más viejos. Y para muestra el reconocimiento por primera vez, de forma oficial, de que Feve deberá esperar «dos o tres años» más para recibir sus nuevos trenes porque el encargo hecho hace un trienio se paralizó por una confusión en las dimensiones de las unidades, tal como desveló EL COMERCIO. Otra chapuza más.

Asturies necesita un plan de choque, y que se cumpla. Porque menudo papelón ayer el de la Secretaria de Estado: después de que la ministra Raquel Sánchez anunciara a bombo y platillo que en este trimestre estaría abierta la Variante, tiene que ser su número dos quien ponga la cara para explicar el incumplimiento. Son de agradecer las disculpas de la señora Pardo de Vera; pero lo que necesitamos son actuaciones urgentes, que se cumpla lo prometido y que se garanticen las inversiones, para contar con un sistema ferroviario eficaz y moderno.

Por ello me parece sensata la petición realizada por Comisiones Obreras, en boca de Jose Manuel Zapico en el día de ayer: es necesario un cronograma con plazos e inversiones de aquí al 2030 como solución integral al ferrocarril en Asturies, que incluya la alta velocidad, las cercanías ( con Feve) y el corredor atlántico, que garantice un servicio público sostenible, fiable y ágil para el siglo XXI.