Un pacto contra Asturias
La conjunción de las derechas, las dos que se muestran públicamente y la otra, es un impedimento para el desarrollo de nuestra región y una vuelta al pasado
Edmundo Pérez Fernández
Viernes, 21 de marzo 2025, 01:00
Secciones
Servicios
Destacamos
Edmundo Pérez Fernández
Viernes, 21 de marzo 2025, 01:00
Las dos formaciones de derechas de Asturias han decidido coordinar sus esfuerzos para seguir haciendo en nuestra región esa oposición del 'no a todo' que ... tanto les gusta. Es una mala noticia por lo que representa de apostar por el fracaso, por que los proyectos no salgan adelante, por el frenazo al desarrollo que estamos viviendo. En el momento en que Asturias despega en producción de energías limpias, con varios proyectos relacionados con el valle del hidrógeno en cartera, sería desastroso que llegasen a gobernar los negacionistas del cambio climático y fanáticos de los combustibles fósiles.
Cuando tenemos la previsión de numerosas inversiones en el sector de la defensa, que nos harán partícipes de proyectos conjuntos con nuestros aliados europeos, unas inversiones que van a suponer centenares de puestos de trabajo distribuidos por toda Asturias, sería destructivo que nos gobernase el partido de Feijóo, incapaz de comprometer su apoyo al Gobierno de España en las circunstancias geoestratégicas que vivimos, con posiciones erráticas, basadas en el interés a corto plazo y en garantizar su propia supervivencia al frente del PP.
Cuando estamos afianzándonos, con una ley de Ciencia, Tecnología e Innovación progresista y extremadamente avanzada, como polo de innovación y atracción de inversiones tecnológicas, sería un desastre que llegasen a gobernar aquellos que, cada vez que tuvieron en sus manos el gobierno de España, revirtieron todos los incrementos presupuestarios que los gobiernos socialistas habían hecho en este campo, como si considerasen al I+D+i su enemigo. La apuesta por la especulación inmobiliaria, la privatización de servicios públicos y la precariedad salarial como únicas fuentes de riqueza es incompatible con el progreso y la innovación empresarial.
Pero no es este el más notorio peligro que tratan de esconder detrás de esta alianza. Saben que los números no pueden salirles si no cuentan con su tercer aliado: una ultraderecha retrógrada, antidemocrática y misógina. No solo reducirían a un yermo de ladrillo y especulación lo que ahora mismo es el cultivo de la industria más tecnológica y de futuro, sino que nos harían regresar muchas décadas atrás con un modelo de sociedad que la inmensa mayoría de los asturianos y asturianas rechaza.
Cuando hablan de que el centro derecha debe actuar conjuntamente, tratan de esconder detrás de esa fórmula sin sentido (porque tampoco ellos son de centro derecha) la necesidad absoluta e imperiosa que tendrían de la extrema derecha para formar gobierno en nuestra región, a la cual se han rendido en muchos mensajes, como si se sintieran tutelados por los radicales.
Faltan aún años para las próximas elecciones autonómicas, pero hay que ir tomando nota de estos movimientos. Los asturianos y asturianas han demostrado buen criterio a la hora de votar y nuestra región se ha convertido en un baluarte contra el avance de estas ideologías extremas tan dañinas.
Así, hemos sabido defender con el voto nuestra sanidad pública frente a los privatizadores y los que pretenden hacer negocios con ella. Hemos construido una educación pública que, desde las escuelinas de 0 a 3 hasta la universidad, es un ejemplo de integración y de acceso para todos. Nuestro modelo social no se basa en la transferencia de recursos de las rentas de los trabajadores y trabajadoras hacia los millonarios, mediante regalos fiscales a quienes más tienen, sino de una solidaridad que permita llevar a todos una vida digna poniendo en el centro a las clases media y trabajadora.
Por eso no tenemos que dejarnos llevar por cantos de sirena: la conjunción de las derechas, las dos que se muestran públicamente y la otra, la ultraderecha con la que una vez se hicieron aquella famosa foto en la plaza de Colón y hoy tratan de disimular, pero sin la cual nunca podrían gobernar en Asturias, es un impedimento para el desarrollo de nuestra región y una vuelta al pasado.
Lo que necesitamos es un estado de bienestar fuerte, que compense las incertidumbres de un mundo que está cambiando y no necesariamente a mejor, que garantice nuestra calidad de vida en cualquier circunstancia adversa y en todas las etapas de la existencia.
Lo que necesitamos es desarrollo económico basado en el conocimiento y el empleo estable y de calidad que esta nueva economía trae consigo. Lo que necesitamos son acciones de gobierno que acompañen el cambio social, que defiendan los derechos de las mujeres; necesitamos cultura, servicios sociales, impulso demográfico, captación de inversiones, transformación productiva hacia una economía verde y digital. Esto es lo que está en juego. El anuncio que han hecho ahora las derechas es humo tras el que se esconde una agenda que paralizaría Asturias.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Descubre la fruta con melatonina que te ayudará a dormir mejor
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.