La dirección del PSOE, portavoz de la recogida de firmas

En realidad, muchos militantes socialistas de Gijón, tras comprobar las primeras actuaciones de esta ejecutiva, ya albergábamos pocas dudas sobre quienes tutelan sus movimientos, entre los que figuran toda una larga lista de excargos. El último comunicado enviado por el secretario de organización de la ejecutiva a los militantes responde sin duda a la amenaza del 'cueste lo que cueste', defendido por uno de esos exrepresentantes, con el único fin de dilapidar ante los militantes y ante la opinión pública a la alcaldesa socialista de Gijón. Ante esa triste realidad caben muchas preguntas: ¿Quién decide qué comunicados con recomendaciones, descalificaciones, medidas verdades y mentiras sin más, sobre la gestión del gobierno municipal de izquierdas han de enviarse a los afiliados? ¿Por qué esa ejecutiva no recoge las opiniones de los militantes contrarios a esa campaña?

El último comunicado de la ejecutiva es bien descriptivo de lo que hay detrás: coincide incluso en palabras y expresiones con lo manifestado a los medios informativos por los entusiastas portavoces de la revancha que se pretende llevar a cabo, tras no haber podido frenar el impulso renovador del socialismo que, muy a su pesar, dirige hoy Pedro Sánchez. Eso sí que es 'empatía' a la hora de trasladar a los militantes y a los ciudadanos gijoneses un mismo mensaje lapidario que pone en jaque, no solo a una persona, la alcaldesa Ana González, sino a todo un gobierno municipal de la izquierda dirigido por el PSOE.

Lo verdaderamente cierto es que tanto el secretario general de la Agrupación, como el secretario de organización trabajan en perfecta sintonía con quienes promueven este proceso y cuyas consecuencias, tal como puede comprobarse a través de los medios informativos, no son ya únicamente intentar sustituir a Ana González, sino que paralelamente comienzan a aflorar otras ambiciones en buena parte de la actual ejecutiva y de quienes les tutelan.

Muchos ciudadanos nos preguntan cómo es posible que se pretenda dilapidar a la actual alcaldesa sin que se den a conocer las razones que motivan este enloquecimiento en una parte del Partido Socialista, puesto que no hay el menor asomo de corrupción, no hay incumplimiento del programa electoral, se está llevando a cabo hasta el último punto y la última coma el acuerdo de gobierno con Izquierda Unida y, pese a los condicionantes de la pandemia y la crisis derivada de la invasión de Ucrania, el gobierno local funciona, ha puesto en marcha numerosos proyectos y, sobre todo, ha conseguido recuperar el pulso de una ciudad que estuvo paralizada por el gobierno de la derecha durante ocho años.

Quedan aún varios días para que se conozca el resultado de esta auténtica barbaridad política promovida por quienes no renuncian a seguir dirigiendo desde las sombras al socialismo gijonés. Y posiblemente aún no hemos visto todo. Tras la propaganda machacona del 'minuto y resultado', mostrando día a día, entrevista tras entrevista, comunicado tras comunicado, presionando así a cuantos se niegan a participar en un desastre interno y externo de proporciones inimaginables, ya se preparan otros mensajes, siguiendo a pies juntillas la clarividencia de los nuevos expertos en 'empatía emocional': si no se consiguen las firmas necesarias para impedir que la actual alcaldesa repita como candidata socialista, el 'triunfo' será lograr más apoyos a su tesis que votos consiguió Ana González en el proceso de primarias celebradas hace cuatro años, colocando así al mismo nivel, como buen ejemplo de su concepto democrático, la campaña de descrédito, las firmas y los votos. No hace falta que haya dos, tres o cuatro candidatos. Con la cara dura, el rencor y la manipulación es más que suficiente. Pero si aún así tampoco lograsen ese resultado 'emocionalmente' consolador, que no haya dudas, ya se inventarán otra disculpa tratando de impedir a toda costa que cesen los insultos y las descalificaciones a una compañera de su partido.