Nueva pesadilla para los agricultores

Francia, uno de los miembros más influyentes, se opuso y sus agricultores empiezan a expresar su cólera ante los perjuicios que les causará en el tráfico comercial la facilidad con que entrarán en Europa los productos agrícolas y ganaderos cuya producción, en los países incorporados al acuerdo en el continente americano, tiene costes más baratos, con los cuales los europeos no podrán competir.

Mercosur es una organización creada en 1.991 en Asunción (Paraguay) y está integrado por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela, que se halla expulsada temporalmente. Los demás países del hemisferio son miembros asociados. Casi todos han atravesado en estas décadas dificultades como consecuencia de la inestabilidad política que se ha vivido en la Zona. El acuerdo con Europa era uno de los principales objetivos de sus miembros.

Los expertos coinciden en que globalmente favorece a las dos organizaciones supranacionales, pero es también bastante evidente que no beneficiará ni perjudicará por igual los intereses de todos los países, y los relacionados con el campo serán claramente negativos para los europeos. España, cuyo Gobierno ha sido uno de los que más han apoyado el acuerdo, también puede ser uno de los más afectados.

Bien es verdad que el acuerdo logrado tiene algunos perfiles sin cerrar y su entrada en vigor se demorará por lo menos un año, tiempo necesario, aunque quizás insuficiente, para las ratificaciones de los parlamentos. lo cual es probable que no resulte fácil. El Caso francés, donde hay gran resistencia a aceptarlo, es un buen ejemplo de lo que puede ocurrir en este tiempo.

Asturias será una de las comunidades españolas más afectadas, especialmente los ganaderos, con la competencia de la carne que llega a precios más bajos de Argentina y gracias a la congelación, que también facilita las importaciones de frutas y verduras que desequilibran los precios de algunos productos. Es, sí, una preocupación nueva para los productores.

Parece lógico que, entre tanto, las reivindicaciones de los perjudicados sean escuchadas y que una compensación oficial por los perjuicios sea aprobada antes de que se generen conflictos.

El acuerdo es importante, la unión entre los pueblos siempre aporta valores positivos, pero no se debe beneficiar a la mayoría a costa de los intereses de las minorías en temas sensibles.