Feliz Nochebuena, a pesar de todo

Primero he intentado buscarla en la actualidad nacional. Es lo lógico, hace mucho que he aprendido y comprobado que lo que más suele interesar a los lectores son las noticias que se producen más cerca. Como no encontraba nada alentador en el momento que se vive en España, fijé la atención en el resto del Mundo, en la situación internacional, donde enseguida tropecé con las dos guerras, la de Ucrania y la de Gaza que nos atormentan.

Me encantaría poder contar algo alentador sobre la necesidad de que ambos conflictos comiencen a resolverse y la realidad es que nada parece estar más lejos. Los conflictos hay que resolverlos antes de que estallen porque cuando entran en juego las armas y se empieza a cobrar víctimas es más difícil detenerlos. En medio de esta reflexión, lo que me ha reconfortado es ver en la tele unas imágenes de la encomiable actividad de nuestro paisano el Padre Ángel recuperado de sus dolencias que no se desanima en su empeño por propiciar la solidaridad.

Aparecía al frente de sus Mensajeros de la Paz ofreciendo comida a los desamparados. Mi admirable amigo es un orgullo y un ejemplo para nuestra tierra. Las estadísticas nacionales, en cambio, no permiten compartir la alegría: el número de pobres en España sigue aumentando a pesar de las teorías progresistas que alardea el presidente del Gobierno. Como sus palabras no resultan muy creíbles, confiemos que sen tan inciertas como cuando prometió que Puigdemont sería detenido.

En fin, sin proponérmelo he vuelto a lo que más nos ocupa y más nos preocupa. Es alentador que los diputados socialistas hayan roto la unidad de voto con sus compañeros de investidura y hayan rechazado la deplorable propuesta de los independentistas de agraviar al poder Judicial intentando que el Legislativo los obligase a rendirle cuentas y, de paso, degradar el prestigio que su actividad requiere. Bueno, al fin algo positivo.

Acercándonos más en la distancia también es agradable saber que en el Principado la situación se mantiene más estable, que algunos índices económicos si bien es verdad que no mejoran mucho, han dejado de bajar y que el ambiente que se respira continúa alentando a visitarlo en cualquier momento y en cualquiera de sus lugares, en mi caso personal el que más me atrae siempre, Cangas de Onís, donde me encantaría cenar esta noche.