Hoy tendremos noche electoral, todavía no olvidamos las gallegas y las vascas, que nos han alterado el sueño, y ya nos espera salir de la duda de las catalanas. Mejor dicho, en parte de la duda, porque en este caso los datos que vayamos viendo ... en la pantalla probablemente no nos aclararán las incógnitas que oculta el futuro del resultado: un Gobierno autonómico, siempre conflictivo, y en esta ocasión muy difícil de formar, al menos a primera vista. Además de los datos que aporten las urnas, enseguida se plantearán las coaliciones posibles para investir al presidente de la Generalitat.

Publicidad

Como punto de partida, el principal interés estará en saber los apoyos que sumen los partidos independentistas y los que mantienen los que están en la defensa de la legalidad constitucional, de seguir siendo una comunidad autónoma española. Las encuestas que estos días han proliferado coinciden en dar como claro favorito al PSC, el Partido Socialista Catalán, que en este territorio no acusa el descenso que se augura al PSOE en buena parte del resto del país. Si se confirma la mayoría de su líder, el exministro de Sanidad Salvador Illa, será un alivio para el presidente Pedro Sánchez, que así podrá alardear de una victoria después de los descalabros de los anteriores comicios, nacionales, y autonómicos en Galicia y Euskadi.

El problema que se planteará será si los dos principales partidos secesionistas, ERC y Junts, enfrentados en sus planteamientos, consiguen la mayoría sumando sus escaños y se ponen de acuerdo para superar las diferencias y gobernar juntos. El obstáculo añadido a esta posibilidad es la presencia como candidato de Junts –el partido conservador y más radical junto con Vox de toda la oferta– de Carles Puidemont, el expresidente golpista que aspira a recuperar la Presidencia, a pesar de que la amnistía que le fue anunciada recientemente todavía necesita superar todos los obstáculos jurídicos para ser confirmada y poder regresar de su exilio.

La otra alternativa que se baraja como probable es la de una mayoría de los socialistas con Esquerra Republicana, una coalición que ya cuenta con precedentes, pero que pondría en riesgo al apoyo parlamentario que Junts presta al Gobierno de Sánchez, imprescindible para mantener la mayoría en el Congreso que necesita para seguir gobernando. Una duda es también si el PSC y ERC consiguen la mayoría y que no descartaría la repetición de los comicios. Los resultados contemplados sólo por las cifras globales de votos hará que la noche electoral despierte un especial interés, por lo que pueda anticipar con vista a las elecciones europeas anunciadas para dentro de un mes, el nueve de junio.

Publicidad

Estas serán más decisivas para el futuro del polémico Gobierno de Sánchez. Las perspectivas que se anticipan son bastante pesimistas para el PSOE. Se trata de unas elecciones diferentes, donde se contabilizan todos los resultados nacionales en bloque y, por lo tanto, no implica el reparto de escaños, porque en unas generales se decide por el voto en provincias.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad