![Descarga eléctrica](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/202106/13/media/marc.jpg)
![Descarga eléctrica](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/202106/13/media/marc.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
La política eléctrica del Gobierno no deja de provocar calambres. Comenzó por las grandes empresas. Empeñado en 'descarbonizarlo' todo, las grandes consumidoras de energía aún no se han recuperado del tembleque de un estatuto electrointensivo que les impuso unos costes inasumibles. Se dijo entonces que ... era por un bien mayor: conseguir un cambio en el modelo eléctrico que beneficiara no solo a las pequeñas empresas, sino también, y sobre todo, al ciudadano. El Ejecutivo pretendió pasar de golpe del viejo modelo eléctrico a las energías renovables y de una ordenación con prebendas inexplicables a otra más justificada. Empeñada en abaratar la factura, la ministra de Transición Ecológica ha impuesto un nuevo modelo de tarifas, por tramos horarios, con la promesa de que en poco tiempo el bolsillo de los españoles se lo agradecerá. De paso, ha decidido borrar de un plumazo los llamados 'beneficios caídos del cielo', el exceso de retribución que las compañías consiguen por la electricidad generada por las nucleares y centrales hidráulicas, cuyas obras ya están amortizadas. El cóctel de medidas no ha tenido por el momento el efecto pretendido. En lo que va de mes, la factura se ha disparado un 42%. Por el momento, la necesaria transición energética en España está siendo tan cara para los consumidores como penosa para el Ejecutivo. Teresa Ribera, hasta ahora más sospechosa de respaldar a las eléctricas que a la gran industria, ha pedido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que analice «cualquier posible comportamiento irregular o mala práctica de mercado por parte de los operadores».
Ella defiende sus medidas. «Hemos conseguido estabilidad, confianza, un marco claro y voluntad de inversión». Este fue el resumen de sus políticas que realizó en el Senado frente a los reproches del PP. Pero no solo la oposición, a la que la crítica le va en su papel, cuestiona a la ministra. Podemos, su socio de Gobierno, ha solicitado una modificación de los tramos horarios para aliviar el castigo a los hogares. Alberto Garzón, que se sienta con Ribera en la mesa del Consejo de Ministros, no ha tardado ni diez días en pedir nuevas medidas. En Asturias, que no se ha librado de ninguna de las descargas eléctricas del Ejecutivo, la valoración del secretario general de UGT sobre la cartera más ecológica del Ejecutivo no deja lugar a interpretaciones: «Cada vez que interviene en algo, en lugar de mejorarlo, lo empeora». Aunque la mejor prueba de que la ministra se ha electrocutado a sí misma ha sido ver cómo alguna compañía comienza a ofrecer tarifas blindadas contra cualquier cosa que se le ocurra a Ribera.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.