Borrar

Degenerando

Estados Unidos y Brasil son pioneros en un proceso de degradación social que no puede dejar de pervertir, a su vez, cuanto concierne a esas sociedades, particularmente el sistema político

Cosme Cuenca

Gijón

Viernes, 13 de enero 2023, 00:50

No es casualidad que los dos episodios tragicómicos de asalto a los respectivos Congresos hayan ocurrido precisamente en Estados Unidos y Brasil. Son los dos estados más populosos de América. Por mera estadística, entre tanta gente siempre es más fácil encontrar descerebrados que movilizar. Pero ... esta es una simple cuestión previa, los mecanismos sociales que desencadenan el fenómeno son de índole más específica. Si en todo el mundo abunda la credulidad entre muy amplias capas de población, en los dos países en cuestión la credulidad es parte del folclore nacional, aunque con origen y manifestaciones muy dispares. En Estados Unidos -'En Dios confiamos'-, la autoridad competente hubo de difundir, no hace mucho, un comunicado tranquilizador acerca de la inexistencia de los zombis. En Brasil, las creencias de buena parte del personal dejan por discretas a las religiones más originales. A partir de esta base social operan los específicos factores desencadenantes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Degenerando