![Algo que decir sobre lo 'trans'](https://s1.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/202211/07/media/cortadas/trans-opinion-k8NC-U1806223833324uD-1248x770@El%20Comercio.jpg)
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Voy a intentar ser cuidadoso con este tema. Irene 'NY State Of Mind' Montero y su ejército de Pancho Villa vuelven a desafiar a la Ilustración, pero como ya tienen acreditada su ineptitud eso no es lo importante. Lo mollar son las personas que sufren. ... Las personas que deciden cambiar de sexo tienen los redaños de quien ha sufrido mucho miedo y mucha hostilidad, y eso es de admirar. Pero no creo que quieran considerarse víctimas. Han luchado demasiado para eso. El feminismo también lleva mucha pólvora quemada en aras de la igualdad y contra la discriminación. Por todo ello, no es justo decir aquello de Ignacio de Loyola de que «en fortaleza sitiada, toda disidencia es traición». Los 'peros' que se le ponen a la ley son precisamente para ayudar a la gente y evitarles el mayor dolor posible.
Por un lado, decir que el sexo es algo que no está dado por la biología es una burrada, sencillamente. De ahí ese esfuerzo por borrar de los papeles toda la terminología que afecta a las mujeres, la maternidad y las relaciones de pareja. Usted, señora, ya no sería una mujer embarazada, sino 'progenitora gestante', ni una viuda, sino 'cónyuge súpersite gestante'. A continuación, viene la autodeterminación de género, en román paladino, decidir si uno es hombre o mujer. Sin un control, eso significa barra libre a los bloqueadores de la pubertad y hormonas, sin saber qué consecuencias va a haber. La cosa es que no se niega esa posibilidad, lo que me suscita muchas dudas es que un menor tenga la capacidad para discernir el asunto y tomar decisiones tan drásticas como una cirugía en los genitales o un choque hormonal. Además, la chapuza que se pretende perpetrar es de tal calibre, que se llevaría por delante toda la legislación de los últimos veinte años sobre políticas en torno a la discriminación de sexo, ya que la doctrina 'queer' invalidaría dicha categoría.
Un señor o señora decide que quiere cambiar su morfología, y sin problemas. En España puede ser el 0,1%, unas 50.000 personas. Tener a profesionales que ayuden en la infancia y adolescencia, que acompañen a personas que no son maduras o que puedan tener algún tipo de trastorno, a fin de que el proceso de cambio de sexo llegue a buen puerto, basado en criterios psicológicos y no ideológicos, pienso que es de sentido común. Un chaval de 12, 14 o 16 años no dispone de las herramientas emocionales y cognitivas para poner en marcha un agresivo tratamiento hormonal, que te puede desarbolar el equilibrio proporcionado por tu sexo biológico. Y más si su carácter puede ser irreversible. Lo mínimo es esperar hasta los 18 años. Los psiquiatras ya están avisando de los estropicios: la gran cantidad de menores que se declaran 'trans' sin serlo, influidos por las redes o la moda mediática. La estadística de arrepentimientos con secuelas psíquicas y depresiones en países que van por delante de nosotros, como Suecia, Alemania o Dinamarca. Eso, sin hablar de todos los problemas físicos a posteriori que no se habían podido prever.
Por supuesto, nada de esto importa a Irene 'I LOVE NY' Montero: que la gente se pueda joder la vida es menos importante que tener una bandera bajo la que pegar berridos (como si el tu quoque fuera una razón). La mentira también ayuda: que España es un país homófobo (somos los quintos más seguros para las personas LGTBI); que dicho colectivo necesita unos derechos específicos distintos del resto de españoles (confunden derechos con privilegios). Aparte, existe otra confusión entre lo que significa informar de ciertas realidades y lo que, de hecho, pretenden que sea un adoctrinamiento, tanto en materia legislativa como educativa, siempre con la excusa de la diversidad y el respeto. Y aquí entra el escantillón de la 'vivencia interna e individual del sexo para sentir y autodefinirse' y la no asignación de sexo al nacer, así como el borrar la 'disforia de género', los machos y hembras, los cromosomas, el papel de los genitales y la reproducción, etc. Un delirio, pero estar gobernados por aficionados es lo que tiene.
Lo único gracioso es que todo esto suena a Agustín González haciendo de cura en 'La Escopeta Nacional': «Lo que he unido en la tierra no lo separa ni Dios en el cielo». Aunque, no vean, hay un montón de cosas que no tienen ni maldita gracia. Como los 'trans' arrepentidos del Sistema Nacional de Salud Inglés (más de mil denuncias). Como las barrabasadas que podría haber con los 'cambios de sexo registrales'. Como lo pernicioso de la administración de fármacos a menores de edad. Como la tragedia de dobles mastectomías y penectomías irreversibles. Eso sin contar con los jetas que se declaren mujer para competir con ventaja en los deportes, amén de los 'barullos' que habrá en las cárceles. Todo esto implica un principio de racionalidad del que Irene y su corte de los milagros carecen, ya sea por interés o insuficiencia. No obstante, ya conocemos la guerra que tienen declarada desde hace tiempo a Descartes, Hume, Mostesquieu, Kant, Locke, Voltaire, Diderot, etc.
Las leyes se hacen para proteger a las personas, para hacerles la vida, si no más fácil, más segura en una sociedad. No es el caso, como opinan las madres de la asociación Amanda, que denuncian que la ley impide cuestionar la autoidentificación de género, que puede ser delito de odio incluso si se aconseja una terapia previa, e impone protocolos educativos. Son madres con hijos en esa transición sexual, y solo piden prudencia en la legislación. Solo eso. Ellas son las primeras interesadas en la felicidad de sus hijos. Madres a quienes una niña de doce años les pide un paquete completo de mastectomía y hormonas. Madres con adolescentes perdidos, cuyo estado de ánimo cambia más que los mimoides de 'Solaris', tomando decisiones definitivas basadas solo en los vídeos de Tik Tok. En fin, todo esto da para reflexionar un poco, pero, ante todo, para ponerme a cantar aquel tango de Discépolo: 'Qué falta de respeto, qué atropello a la razón'.
============OP09 SUMARIO opinión (77749556)============
Los psiquiatras ya están avisando de los estropicios: las estadísticas de arrepentimiento con secuelas psíquicas en países como Suecia, Alemania...
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