¡Qué grandes sois, guajas!

Me van a permitir que saque mi lado ultra porque cada vez que las miro, tan humildes y a la vez tan grandes, tan concentradas ... en el juego, como exultantes con el resultado, no me pueden entrar más ganas de ponerme a saltar con ellas. ¡Qué grandes sois, guajas! Cruzaron el charco, ganaron, convencieron y regresaron al Gijón que las vio nacer convertidas en el equipo más laureado de la historia. Los equipos catalanes tendrán que esperar su turno, pero les va a costar alcanzar a nuestras campeonas del mundo. Eso sí, llegados a este punto, vamos a ver si no se nos baja la euforia a nadie. Ni a los patrocinadores, ni, especialmente, a las administraciones local y regional. Necesitan más socios, y para llegar al menos a ese millar de fieles, es necesario un polideportivo acorde a sus proezas deportivas y a sus esfuerzos personales. La promesa de ampliar el Mata-Jove está muy bien, pero no es suficiente. ¿Vamos a por uno nuevo? Solo hace falta creer en ello, planificarlo, hacer números y repartir costes. Y luego, si acaso, digámosle a la federación que no estaría mal más respaldo viajero para amplificar victorias del Telecable en todo el territorio nacional. Aquí en el decano de la prensa asturiana han sido y serán portada tantos días como sea necesario para lograr eso y más, por ejemplo, un buen sueldo. Pero dejémoslas descansar. Agasajémoslas. Y luego que siga el juego. Porque, ojito: si logran meterse en todas las finales que tienen por delante disputarán 46 partidos en 33 semanas. ¿Quién da más? Lo dicho: ¡Qué grandes sois, guajas!