Secciones
Servicios
Destacamos
Trasladar el tráfico pesado de un barrio denso como La Calzada a la zona abierta de Jove, manteniéndolo en superficie, sirve para desplazar un poco la contaminación rasante que ahora afecta a la que podría ser la quinta ciudad de Asturias –si incluimos El Natahoyo ... en esa supuesta entidad urbana– y endosársela a quienes habitan una zona plácida, de ambiente rural, como es el Jove actual. Además, una implantación de tal envergadura en superficie supone establecer una fractura violenta entre ambas márgenes que requiere de medios auxiliares –largas pasarelas de pendiente suave acompañando a las escaleras– para atravesarla. Aparte del reclamado túnel, que multiplica al parecer por cinco el coste de la vía, existe la opción intermedia de situar el nuevo vial en trinchera, a unos seis metros de profundidad entre taludes cuyas coronaciones distarían unos treinta metros entre sí. Las conexiones entre ambos bordes del vial serían estructuralmente sencillas y en el número que la conectividad del barrio requiera, el ruido se atenuaría notablemente y desaparecería la necesidad de escaleras y pasarelas elevadas o túneles. Ignoro hasta qué punto podría esta opción facilitar el posible control de la contaminación.
No obstante, creo que al final el nuevo vial se resolverá a satisfacción del vecindario local a partir de la ecuación siguiente: menos los malvados técnicos del ministerio, más la insobornable firmeza de Barbón, más la generosa receptividad del gran padre blanco que vela por nosotros en Moncloa, igual a feliz solución. Al fin y al cabo qué son doscientos millones, arriba o abajo, comparados con el coste del mantenimiento de la siderurgia y la inmensa cantidad de dispendios que en favor de todas y cada una de las autonomías provocará la compensación-veladura –encubrimiento del concierto– cupo-chantaje catalán.
A ver, a ver, a ver, menos dispendios y menos loterías, que ni el dinero se fabrica en la imprenta de al lado ni Bruselas permitirá según qué alegrías. Bendita inocencia, para qué tenemos en la sentina fontaneros de alta finanza. Si hay que adelgazar estado y engordar autonomías, se hace hasta donde se pueda y para el resto vamos subiendo impuestos paulatina, gradual, subrepticiamente –avisando si duele– y nos vemos en el veintisiete, ya todos más contentos, más relajados, el contribuyente algo más enjuto, pero eso es ley de vida, y con nuevas palomas dispuestas en la chistera y quién sabe si el Sporting en Primera, aunque me temo que esto último no va en el memorial de agravios de Barbón.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.