Sobre nosotros

Cuesta de creer, como decimos 'nosotros', pero resulta ser cierto que no hay evento, paisaje, acontecimiento por tierra, mar y aire cuyo registro y disfrute no pase por la plasmación fotográfica, vía selfi, con nosotros en airoso primer plano. Esta del selfi es la modalidad más extendida del fenómeno y su versión single o solo total. Pero existen versiones colectivas del mismo o similar proceso de autoatención, muy prácticas y agradecidas, en las que unos cuantos de nosotros compartimos página web en la que cuelga lo más interesante de la realidad, lo más apasionante, es decir, aquello que trata de nosotros.

No tiene nada de extraño, pues, que la información global que no trata directamente de nosotros, es decir, la que contienen los medios de comunicación tradicionales, vaya reduciendo su audiencia proporcionalmente al esfuerzo exigido al receptor de tal información, es decir, de menor a mayor reducción, televisión, radio, prensa escrita. Habrán constatado la desaparición de los quioscos callejeros que hasta no hace mucho poblaban tantas de las esquinas urbanas y hoy casi hay que preguntar por uno a un guardia. La reducción empezó cuando perdieron la venta de tabaco, pero va agudizándose a medida que su producto identificativo, el periódico, va perdiendo el interés social general que siempre tuvo, hasta la generalización de las redes sociales, para empezar a percibirse en la actualidad casi como un identificador generacional, 'el periódico del abuelo', como la asistencia a actos culturales o las misas. Así que puedes creerme cuando deseo la mejor salud y larga vida a quien tiene este periódico en sus manos pensando en las jóvenes manadas de periodistas porque, por muy desfasado que resulte, me gusta seguir sintiendo, más que pensando, que periodista es alguien que, básicamente, hace periódicos.