Cuando, en 2020, la Corporación Municipal de Gijón concedía a José Antonio Rodríguez Canal la Medalla de Plata de la Villa, reconocía al veterano periodista la «veracidad, rigor, sentido ético y afán de servicio» demostrado a lo largo de toda una vida dedicada al periodismo, ... casi toda ella desde la redacción de el diario El Comercio. Recuerdo hoy aquellas palabras y esos méritos del insustituible Canal desde el dolor que compartimos todas y todos los gijoneses al conocer la noticia de su fallecimiento.

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Son méritos que en esta triste jornada se nos presentan aún más engrandecidos ante la constancia de que Gijón ha perdido mucho más que un gran profesional, un gran periodista o una persona conocida y apreciada, uno de esos caracteres bravos, laboriosos y tenaces que forman una parte muy reconocible de nuestro paisanaje.

Porque Canal fue uno de esos periodistas con causa firme y clara; uno de esos capitanes de la prensa que se formó en la calle y que nunca dejó de pulsarla; uno de esos periodistas para quienes las virtudes profesionales no son un fin en sí mismas, sino un medio, la mejor herramienta de la que se dispone para contribuir a la mejora de la vida de otras personas. En este caso, siempre, sin desmayo, sus vecinas y vecinos de Gijón.

Aunque se formase o trabajase en otros medios, ese compromiso estuvo hasta el final soldado, identificado hasta la médula con el diario al que dedicó casi toda su vida: como redactor a pie de trinchera, como jefe de redacción, como subdirector y finalmente como director adjunto y como el columnista semanal que desde su «Plaza Mayor» transmitía con claridad, energía y un sensato gijonismo opiniones, reflexiones y diagnósticos que siempre han sido leídos con mucha atención en esta otra Plaza Mayor.

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Esa identificación con Gijón fue máxima, desde su devoción de gijonés y desde su compromiso con los intereses locales. Canal no sólo contó Gijón. Canal hizo Gijón desde el periodismo implicado y constructivo, y eso es lo que nos corresponde agradecerle con emoción y con orgullo de conciudadanas y concuidadanos

Este Gobierno, la Corporación, la ciudadanía gijonesa, se abrazan hoycon su viuda,María Teresa, con sus hijos Hugo, Iván y Bruno, y con todos sus.compañeros y compañeras de El Comercio en este momento de dolor compartido; pero también de gratitud y de reconocimiento, porque José Antonio Canal ha sido de esos gijoneses que dejan huella. Y que debe también dejar escuela, en beneficio del periodismo local y de la ciudad a la que amó y sirvió.

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