El 'Compromiso de Creta'

En la séptima singladura, ya en aguas del mar de Creta, se detuvieron en el punto mágico propuesto por los dos almirantes. Estaba situado en la línea imaginaria que une la cima del monte Olimpo con el Faro de Alejandría y equidistante 325 millas de cada punto. Lugar de aguas maravillosas que muchos aprovecharon para practicar sus aficiones náuticas preferidas, desde la pesca a caña en las cubiertas inferiores, al submarinismo, el remo, el esquí acuático o el simple chapuzón. Pero sin que nadie olvidase que la motivación del viaje era la refundación política de España. Todo se había organizado con ese objetivo. Desde el buffet, excepcional e increíble, hasta el suntuoso casino, en el que se había instalado el programa YeKuán, que solo permite un diez por ciento de ganancias a la casa. Así que todo el mundo contentísimo llevándose premios y jugando como locos.

Trescientos mini ordenadores, que leían la huella digital, permitían enviar en todo momento aportaciones de cualquier tipo a la central de datos, donde personal especializado y un potente sistema informático las clasificaban, agrupaban y reenviaban, una vez pulidas para favorecer el acuerdo. Y así se llegó al que se dio en llamar 'Compromiso de Creta', que fue aceptado por todo el pasaje por aclamación informática. Sin votos en contra y ni un solo comentario adverso. «Con el Compromiso ganamos todos para siempre», fue la frase triunfadora elegida como lema para abrir los telediarios en España durante los próximos años. A las 23 horas y 30 minutos del 8 del 8, S. E. el jefe del Estado, con uniforme de almirante (blanco tropical), estampaba su firma y ordenaba su publicación en el BOE.

Aunque no se han podido conocer en su integridad las 135 páginas y media que lo componen, se sabe con toda certeza que la clave del 'Compromiso de Creta' es el número cuatro. Cuatro serán los partidos políticos que formen el Gobierno y del quinto será la tarea de hacer oposición. Por supuesto, de acuerdo con los resultados electorales. Habrá cuatro presidentes y cuatro vicepresidentes, y cuatro ministros por ministerio. Cada subsecretaría, secretaría y dirección general de cada ministerio tendrá al frente de la misma a cuatro titulares. Todos los demás organismos del Estado tienen un año de plazo para aplicar esta regla del cuatro que tanto recuerda aquello de: 'En un café se rifa un gato...'. Por encima de todo, primará la inclinación sexual del recurso humano. Los partidos y agrupaciones electorales periféricas se podrán asociar con el Gobierno o con la oposición según sus preferencias. Sin embargo, no se puede garantizar que cuando en los ambulatorios haya cuatro médicos por consulta se pueda volver a la atención en el día y presencial. Para las clases paganas, la regla será también la del cuatro, pero inverso, es decir, cada pagano tendrá que trabajar y cotizar por cuatro.

PD.- Tuit al señor Barbón: El PS francés dice que los ricos viven de media 13 años más que los pobres. ¿No se podría conseguir que los incendios forestales fueran también híbridos y ecofriendly?