Los imperios nacen, crecen, se reproducen y mueren. Podría ser una ley de hierro de la Historia. La vocación imperial de Estados Unidos se puso de manifiesto a lo largo del siglo XX, sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial. Los años que ... llevamos del siglo XXI han estado determinados por el modelo económico de la Globalización estadounidense, tras el final de la Guerra Fría. Pero su hegemonía ha comenzado a declinar, surge un rival que pretende ser un imperio: China. El choque de las 'placas tectónicas' entre dos imperios, uno que ha entrado en recesión y la nueva megapotencia, parece inevitable.
Publicidad
La visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán, en el marco de una gira por varios países asiáticos, ha sentado a China como un jarro de agua fría y ha decidido mostrar sus colmillos realizando maniobras militares con fuego real y dificultando el acceso por mar y aire a la isla. Se veía venir, los medios de comunicación occidentales hicieron eco de que China, aprovechando la guerra ruso-ucraniana, invadiría Taiwán. No ha sido así, pero el gobierno de Pekín siempre consideró a esta isla como una provincia rebelde, aliada de Estados Unidos, y a la que tarde o temprano tratará de anexionar, incluso si fuera necesario con el uso de la fuerza, lo que sería un 'casus belli' con USA, que afirma su voluntad inquebrantable de defender con todos los medios su influencia y compromiso con la democracia taiwanesa.
Si desgranamos un poco el problema, no ha sido la visita de Pelosi lo que ha provocado la tensión, aunque las autoridades chinas hayan dicho que «considerarían la visita una seria violación de su soberanía nacional y un desafío a su principio de «una sola China», sino la guerra que lleva tiempo manifiesta entre ambas potencias por el control mundial de los semiconductores. La compañía TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, por sus siglas en inglés) produce más de las tres cuartas partes del mercado mundial de los chips que necesitan las tecnologías digitales. Del mismo modo, anexionar Taiwan dotaría a China de la posibilidad de proyectar más su poder en el Pacífico, expandiendo su influencia naval y controlar una zona muy apetecible para el comercio global. Hasta aquí el enfrentamiento. Lo que no tengo tan claro es que a ambos les interese un conflicto armado, que vaya más allá de escaramuzas y la provocación que ha supuesto para China la visita de Pelosi, en un momento de tensión. Tenemos que tener en cuenta que los chinos pueden poner en peligro la debilidad de las finanzas estadounidenses, si dejasen de comprar o si vendiesen masivamente los bonos del Tesoro estadounidense, que están en manos chinas. Del mismo modo China podría tener problemas si Estados Unidos y la UE dejasen de comprar sus productos. Entre ambas potencias está instalado un equilibrio de terror financiero, más que un terror nuclear, como el equilibrio que se mantuvo durante la Guerra Fría con la URSS.
Compraron productos baratos, que el gigante asiático producía con mano de obra semiesclava y que durante muchos años no iba a exigir salarios dignos por miedo a la represión. Para ello, contaron con las autoridades corruptas del Partido Comunista Chino. Ahora, se dan cuenta que China puede comerles la tostada, rivalizar con ellos y oponerse a sus ofensivas económicas, geoestratégicas y militares. China supo aprovechar las circunstancias jugando en distintos tableros internacionales, manteniendo el doble estatus de 'país en desarrollo y potencia emergente' durante años.
Publicidad
Tras la invasión de Ucrania y China mostrando sus colmillos, lo que se nos echa encima es terrible. Nace un mundo multipolar, donde países que tienen regímenes autoritarios y dictatoriales tienen la sartén por el mango; el de la energía en el caso de Rusia, y las tecnologías digitales que puede acabar dominando China, si anexiona Taiwán. Esto abre una brecha en las democracias liberales, que contemplarán estupefactas como esos países pueden ofrecer gobernabilidad y economías pujantes, sin la necesidad de respetar los Derechos Humanos, el Derecho Internacional y sin realizar aperturas políticas. Eso significa que el control del mundo ha quedado fuera del alcance de Estados Unidos y de la UE. Los imperios también mueren.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.