Cerrar por la tarde, un error

Los sindicatos denuncian que los médicos hacen trámites que no les corresponden. Los expertos apuntan que enfermería debería tener mucho más peso. Los gestores sanitarios destacan que para 2023, dentro de dos días, 300 profesionales de atención primaria en Asturias cumplirán 65 años. Es más de un tercio de la plantilla y no hay recambios. Los pacientes sabemos que es una lotería que te cojan el teléfono y que cuando te dan cita es para dentro de una semana. Un desastre.

La atención primaria tiene su fundamento en la salud colectiva. Sin embargo, ha acabado centrándose en aspectos clínicos, olvidando la actuación sobre los determinantes sociales de la salud y la enfermedad. Paralelamente, ha sufrido más recortes que la especializada, dedicándosele, de media, apenas un 14% del presupuesto sanitario, cuando debería ser, como mínimo, el 25%, incluyendo atención integral a la reproducción y a la sexualidad, así como atención odontológica y gerontológica.

Fue muy oportuna la reunión del lunes de la FAV con el gerente del Área Sanitaria V para conocer qué justifica el cierre de centros por la tarde. Se habla mucho de la vacuna y de inmunidad de grupo para superar la pandemia, pero el peligro más grave está más lejos. La recuperación económica será una conquista dudosa si no va acompañada de la reconstrucción social de nuestro país, un empeño que pasa por el fortalecimiento de los servicios públicos, esa primera línea de combate tan debilitada por los recortes que trajo consigo la última crisis. Si recuperamos la economía y nos olvidamos de la Sanidad Pública, de la Atención Primaria; si dejamos los servicios sociales como están, el balance de la próxima pandemia será peor. Y no podemos permitírnoslo.