En el pasado debate sobre el estado de municipio uno de los temas estrella fue el Muro. Es decir, el proyecto de remodelación que está pendiente de su definición. Incluso en algunas propuestas de resolución los grupos de oposición lo incluyeron, pidiendo revertir la situación ... actual. La intención del equipo de gobierno es iniciar un debate político ya que el técnico acabó en chasco. Recuerden que la comisión creada ad hoc y liderada por el Colegio de Arquitectos finalizó con más polémica que conclusiones. De hecho, después de cinco meses de trabajo de sus integrantes seguimos igual que estábamos. Es decir, sin tener claro si se debe restituir o no la circulación en el sentido este-oeste que fue cercenada durante la pandemia. A esta nebulosa sobre El Muro, sin duda, está contribuyendo de forma decisiva la concejalía de Movilidad y Medioambiente. El edil Aurelio Martín -príncipe de los atascos y gran señor de los embotellamientos- presentó esta misma semana un estudio sobre la utilización de su obra cumbre: el 'cascayu'. ¿Para qué? ¿A cuento de qué viene eso ahora? Bien, no lo sabemos exactamente, pero lo intuimos. El caso es que hizo todo un despliegue de datos de cara a justificar el «gran uso» del mismo por parte de los gijoneses. Digo más, sólo le faltó también mostrar estadísticas de cuánta gente se sienta en el artefacto (área de descanso, dicen) sito también en el mismo espacio.
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Desde luego, parece claro que Movilidad -con la anuencia de nuestra alcaldesa, Ana González- está pensando en un paseo prácticamente peatonal. Esto es, que los coches sigan atascando la avenida de la Costa (auténtico infierno para los conductores) y barrios aledaños por los siglos de los siglos. Quizá por eso quieren fabricar un debate viciado ya que el primero, el de la susodicha comisión, no salió bien. Dicho en otras palabras: no dijeron lo que querían escuchar. Por eso ahora, repito, inician una 'hoja de ruta'con el objeto de que abracemos de forma incondicional esa tesis de un 'cascayu forever'. Justificando, claro, la expulsión sistemática del coche en base a una emergencia climática. Ojo, incluso aunque el parque rodado en esta ciudad se vaya renovando y acabe siendo eléctrico.
Unas palabras de Martín que repite constantemente nos dan la pista de por dónde van los tiros. Le habrán escuchado decir en numerosas ocasiones que el vehículo particular solo debe utilizarse en caso de «necesidad». Sí hombre, porque tú lo digas.
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