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Hitchcock y las gaviotas urbanas

Hitchcock y las gaviotas urbanas

Las nuestras tienen menos glamur. Se acercaron a las ciudades por los años 70, cuando crecieron los vertederos urbanos, y se asentaron porque las ciudades les proporcionan un hábitat más acogedor que el natural

Carlos Nores

Oviedo

Martes, 8 de abril 2025, 19:59

En la plaza del 6 de Agosto de Gijón un camarero retiraba los restos de las consumiciones de la terraza cuando una gaviota se posó ... aleteando en la bandeja, que cayó con estruendo. A su reclamo, no sé si de alarma o de festín, otras gaviotas acudieron en confuso tropel de alas y graznidos. El camarero salió corriendo a refugiarse en el bar. Este otoño protagonizamos un altercado similar en un pueblecito costero de Cornualles. Mientras caminábamos por el muelle, mi mujer comía una empanadilla típica cuando una gaviota se le posó en la cabeza y le arrebató el bocado que tenía en la mano, exactamente junto al cartel de 'No alimentar a las gaviotas'. Como siempre, decenas de gaviotas se sumaron a la algarada disputándose el trozo de empanadilla que cayó al suelo. Mi mujer retrocedió espantada, causalmente, hacia el lado correcto. De haber dado un par de pasos en la otra dirección habría caído al agua. La caótica escena me recordó la película de 'Los pájaros' y pensé que tal vez Hitchcock veranease en uno de esos pueblos de Cornualles y sus agresivas gaviotas le hubiesen inspirado su película. La cosa no iba desencaminada. La película de Hitchcock estaba basada libremente en un relato de Daphne du Maurier y en otro suceso acaecido en California.

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