Cara y cruz

Cara. Hacía tiempo que no veíamos a un presidente asturiano yendo por las sedes ministeriales madrileñas. Más bien, en los últimos tiempos lo que se llevaba era una visita protocolaria al Gobierno central y punto. Algo que es como una especie de rutina, cada vez ... que llega un nuevo Ejecutivo a la Moncloa. Adrián Barbón ha hecho un tour por distintos ministerios (cinco, en total), con el objetivo de hacer realidad los compromisos pendientes. Más que nada, para que no le pongan colorado cuando se conoce el nivel de ejecución presupuestaria del Estado en Asturias. Recuerden: el año pasado apenas llegó al 40%. Pues bien, lo que nos trae Barbón podríamos decir que son más retrasos. Po ejemplo, la llegada del AVE en mayo del año que viene (¿no iba a ser a finales de 2022 o principios del 2023?), o que la bonificación para el peaje del Huerna será en julio (cuando debería estar en vigor desde enero). Además, tampoco tenemos claro el final de la eterna autovía A-63, solo que el demolido puente de La Barrosa se abrirá en julio. Por otra parte, se crean dos comisiones de seguimiento. Una política y otra técnica mensual, para evaluar las obras. Nueva fórmula cuya eficacia está por ver. Ya saben, aquí pertenecemos a la «cofradía del escepticismo».