La bofetada

Desde lo de Will Smith en los Oscar no habíamos visto nada igual. Menuda bofetada que le ha dado un juzgado de lo Contencioso-Administrativo a la política de movilidad municipal. Yo diría que casi representa una enmienda a la totalidad. El que dicho tribunal ... ordene restituir el doble sentido circulatorio en El Muro, supone todo un varapalo para el Ayuntamiento. Más en concreto, al todopoderoso concejal del ramo, Aurelio Martín. Sin duda, la sentencia desmonta uno por uno los argumentos que dieron lugar al famoso 'cascayu'. Ni era con carácter provisional (se eliminaron hasta los semáforos), ni fue una obra rápida para combatir la pandemia (se tardó tres meses en ejecutarla), ni tampoco era legal (incumple el plan urbanístico aprobado en 2004). Por tanto, lo que se ratifica es que la peatonalización a las bravas del Muro fue la primera piedra de ese nuevo modelo ciudad que nos venden. Eso sí, por la puerta de atrás, de manera calculada e impuesta al ciudadano bajo la excusa de la covid. Dicho de otra manera: el 'cascayu' no deja de ser el icono de esa «movilidad táctica» que ha convertido el tráfico en un caos. Ahora, y a falta de saber si la sentencia es firme o no, se ha puesto en solfa una política completamente hostil hacia el vehículo particular. Ojo, en la semana donde se presentó el nuevo Plan de Movilidad. Una especie de arcadia feliz basada en que vamos a ser menos y más jubilados (juega con una bajada de la población y a estar todo el día de paseo), la alternativa de un transporte público incierto (el metrotrén por el que llevamos esperando 20 años) y sin coches (en la práctica, se les expulsa al eliminar sus grandes vías como la avenida de la Costa). Desde esta humilde columna ya lo dijimos más de una vez: al igual que en la canción de Víctor Manuel, aquí cabemos todos o no cabe ni Dios.