Un artista conlenguaje propio

Nuestra relación en el campo del arte, sin embargo, comenzó en una primera exposición individual que Edgar presentó en la Fundación Alvargonzález de Gijón. Más tarde, en el año 2004, Edgar fue el ganador de una de las Becas AlNorte, patrocinadas por el periódico, realizando entonces su primera exposición en Cornión, titulada 'Abstracción de cromatismos musicales'. Desde aquel momento y hasta el cierre de la galería en el año 2022 expuso en nuestra casa, en la calle de La Merced, en repetidas ocasiones, tanto de forma individual como colectiva.

Edgar, el más joven de la gran familia de creadores que conformaban el corazón de la galería, desde el principio encajó a la perfección con el grupo de artistas de Cornión. Algunos de ellos, como Pelayo Ortega o Javier del Río, llegaron incluso a convertirse en referentes de su mundo creativo durante un tiempo. En ese periodo, y dada su juventud, Edgar iniciaba la búsqueda de un camino propio en el arte que le llevara a ser él mismo. Hoy, afortunadamente, ha encontrado ese camino gracias a que se ha revelado como un trabajador empedernido y a su constancia e insistencia en el trabajo diario.

En el año 2008 llegó otro nuevo punto de inflexión en la carrera de nuestro artista. Participaba junto a Cornión en la II Feria Internacional de Arte ArtMadrid. Allí tuvo la oportunidad de contactar con la galería madrileña Marita Segovia, que a su vez se lo presentó a Miquel Alzueta, galerista de Casavells (Girona). En los siguientes años, Edgar Plans alternaba exposiciones en los tres espacios hasta que, a través de Alzueta, conecta con el mundo del arte de Oriente, en el que hoy es toda una figura, a unos niveles poco comunes en estas disciplinas.

En España actualmente Edgar comparte esa gloria internacional con otros dos jóvenes artistas, Javier Calleja y Rafael Macarrón. Los tres comercializan con éxito sus obras en China, Taiwan o Japón, fundamentalmente, y son capaces de ocupar puestos de privilegio en las grandes subastas de arte de lugares como Nueva York. Para todos los que hemos tenido la suerte de trabajar con Edgar Plans en algún momento, este hecho nos llena de orgullo y satisfacción. Con él se demuestra que, desde una ciudad como Gijón, la periferia de la periferia, como bien decía nuestro amigo Francisco Carantoña, se puede llegar a cualquier parte del mundo y hacerse oír.

Edgar Plans ha conseguido, en definitiva, afianzarse en el arte con un lenguaje propio, siendo aún muy joven y manteniendo la frescura en su pintura, con la ingenuidad y la creatividad de un niño y una profesionalidad y un empuje dignos de admiración. Algunos de sus personajes iniciales, como 'Bastian', o esos recuerdos y homenajes permanentes a las grandes figuras del jazz, han dado paso a otras figuras, los Little Heroes, hoy creados con mucha más intencionalidad y oficio, y que le han permitido, para alegría de todos los que le queremos, poner una pica en el Flandes del arte.