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En plena digestión de una euforia evaporada por la vía rápida nos encontramos con que debemos mirar hacia adelante y borrar de nuestra mente el tercer 'play-off' del que nos apean al primer suspiro. Nadie va a esperar a que recompongamos nuestra figura. ... Esa es tarea nuestra. Y las urgencias se agolpan ante nuestra puerta: entrenador y plantilla. Lo ideal, todos lo pensamos, es tener un míster de larga duración. Un Preciado, a ser posible. Pero eso no se nos da bien. Nos cuesta acertar y eso ocurre, en gran parte, por tacañería, cuando un buen entrenador colocará arriba a una plantilla normal mientras uno del montón la echará abajo. Así de simple. Este 'puesto de trabajo' es sin duda el más importante, el más relevante, el que debe concitar el mayor esfuerzo, más incluso que fichar un '9'.
EL MíSTER
Hemos contado en EL COMERCIO que nuestras miradas se vuelcan en Rubén Albés Yáñez (Vigo, 1985). Es joven y gusta del buen fútbol, como nosotros. Triunfó en Albacete y Lugo, entrenó en Rumanía como dato exótico, estuvo de segundo en el Valladolid... Lo más cercano, lo más tangible, fue el primoroso fútbol que hicieron los albaceteños en la temporada 2022-23, que acabaron sextos, cayendo a la primera en el 'play-off'. Sobre el papel, es un entrenador atractivo. Pero tiene más novias en un triángulo amoroso que liga a Sporting, Oviedo y Las Palmas. El desenlace, después del domingo, cuando se sepa si suben Oviedo o Español. Si la próxima semana tuviéramos a Albés, estaría puesta la primera piedra del enésimo proyecto. Si no, estaríamos en un lío. Hay fijación con él. Ojalá salga bien la cosa. Ahora mismo no es fácil.
LA PLANTILLA
Luego toca la plantilla. En dos años de Grupo Orlegi, si repasamos nombres y duraciones de contratos, vemos claramente que no se ha consolidado un bloque, hay mucho vaivén, ese oleaje de entradas y salidas que tanto gusta a los que viven del cavernoso negocio del fútbol. No es lo ideal. Quedas a expensas de acertar un año, sin avanzar en la consolidación de un proyecto. Si alguien da un euro por un jugador de nuestra plantilla lo venderán. Y si miramos el final de cada contrato tenemos hasta nueve jugadores que tienen como fecha de caducidad 2025. En esas están Nacho Méndez, Rober Pier, Rosas, Rivera, Campuzano, Pablo, Cote... Con quien acaba contrato a vuelta de año hay que tenerlo claro. Si gusta, oferta de ampliación ya, en julio. Si no acepta, no juega. Si renueva ganamos todos estabilidad. Lo contrario, lo que se hace ahora, supone perder, sí o sí, a los buenos jugadores. Como Insua. Y como tantos más. Pongámonos las pilas con las renovaciones. E invitemos a Djuka a una amistosa despedida, que ya está bien.
'SAPO PEDRO' Y EL OVIEDO
Nos queda por digerir el 'sapo Pedro', un extraordinario jugador regalado al fútbol francés. Lo ganado se pierde con la gran cagada cometida con el Español. Los pericos llegan a la cita del domingo con el favor de los árbitros. Al Oviedo le han anulado tres goles contra ellos en un mes, dos en Liga y uno en 'play-off'. La cosa huele. Para este domingo, lloverán piedras sobre mi testa, deseo lo mejor a nuestros vecinos. Son astures, como nosotros. Y su ascenso, mirémoslo así, nos obligará a ponernos las pilas de una vez, además de poner estas tierras en la órbita de Mbappé y compañía.
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