¿Se acabó el barullo?

También que su victoria es la de la agrupación gijonesa frente a la Federación Socialista Asturiana (FSA). Recordemos que el secretario general de la FSA, Adrián Barbón, le acusó de romper un acuerdo de consenso con un «nombre que es conocido». Las primarias de ayer tienen, por tanto, un doble ganador.

Por un lado, el ya candidato y por otro, el secretario general de la agrupación gijonesa, Monchu García. De hecho, le ha dado la vuelta al calcetín con respecto a la situación que vivió en 2019. Mientras ahí perdió la dirección de la Casa Pueblo en favor del «sanchismo», ahora la ha vuelto a recuperar con el refrendo de su candidato incluido. Digamos, pues, que Mochu no le puede pedir más a este año político. Como dijo la actual alcaldesa defenestrada, Ana González, «He perdido, ha ganado la Ejecutiva».

Se cierra así una etapa bastante volcánica entre las distintas familias que cohabitan en la Casa del Pueblo. Entre otras cosas, porque no sé si volveremos a ver un proceso como el que hemos vivido. O sea, forzar a un cargo a que se presente a unas primarias y renunciar a su derecho a la reelección automática. Algo insólito -incluso a nivel nacional- que puede que no repetirse jamás. Proceso interno, digo, muy duro que ha puesto en ebullición al socialismo, pero que demuestra así mismo la fortaleza del partido en la ciudad.

Pocos (o ninguno) del resto de grupos municipales podrían haber afrontado semejante movimiento sísmico sin romperse. Ahora, lo que les toca es enfriar y centrar todos sus esfuerzos en retener la Alcaldía. Harina de otro costal. Aquí 'Floro' tendrá que pasar un examen muy superior al actual.

Necesita meterse de lleno en los temas candentes en Gijón y mojarse. Es decir, ir exponiendo ante el electorado su futura acción de gobierno, en caso de llegar a ser primer edil. ¿Se acabó el barullo? En principio, sí, pero...