Abandono

Uno tiene la sensación de que algo no cuadra. Me refiero a la situación que está viviendo la plaza de toros de El Bibio. Si recuerdan, el coso gijonés dejó de tener uso después de aquella lapidaria frase de nuestra alcaldesa, Ana González. «Se acabó ... la Feria de Begoña», nos espetó en agosto de 2021. Todo ello, por el nombre de dos toros ('Nigeriano' y 'Feminista') que entendió había sido puesto a modo de ofensa. Por aquel entonces, se nos dijo que iba ser destinada a usos culturales como si fuese la gran novedad (¡anda que no ha habido en la plaza conciertos y un sinfín de actividades!), así como cubrirla para disponer de una programación durante todo el año (con fondos europeos, claro). El caso es que apareció un curioso informe que detectaba hundimientos en las gradas. Digo curioso porque en una anterior inspección realizada por los técnicos del Ayuntamiento, no habían visto nada. De hecho, en marzo se encargó un segundo informe al considerar que el primero era «insuficiente y poco determinante» para determinar las patologías de los tendidos. Oigan, y en esas estamos. Esperando a que antes del día 20 de diciembre nos digan los males de seguridad que aquejan a El Bibio. Mientras tanto, impacta ver el estado en que se encuentra. Tomado completamente por la vegetación, tal y como pudieron ver en estas mismas páginas. Sin duda, no parece razonable que -a pesar de que quizá existan defectos estructurales que corregir- se dejen de hacer las labores de mantenimiento correspondientes. Máxime, si tenemos en cuenta que el coso taurino está declarado como Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento. A mí las fotos de EL COMERCIO me recordaron otras que en su día también resultaron impactantes. En concreto, aquellas del túnel metrotrén completamente sumergido bajo el agua, mientras el Ministerio nos decía que eso era normal. En fin, aquí yo no veo otra cosa que un abandono puro y duro.