Pesoz pierde a un mito: Manolito de Casanova fallece a los 93 años

«Era un hombre sin igual, único, irrepetible, un espíritu libre y una mente prodigiosa. El más servicial del mundo. Deja una huella imborrable en los corazones de toda su familia y de sus numerosísimos amigos. Gracias por todo Manolo», expresa su núcleo más cercano. Con su partida cierra otra de las bibliotecas, el alma de la Asociación A Casanova. Uno de los seis colectivos que dan vida al concejo, de 141 habitantes, y que compite por el premio a Pueblo Ejemplar de Asturias.

«Era toda una institución en nuestro concejo. Se ganó a pulso ser uno de los personajes más conocidos de Pesoz y de la comarca. Su labor al frente de 'A Casanova' fue todo un compromiso con los vecinos, que iba más allá de servir un café. Era un lugar de conversación donde Manolo siempre recibía con una sonrisa», recuerdan sus compañeros de la asociación Amigos de Argul.

Manolo, hijo de Natividad da Casa Uría de Collada (concejo de Allande) y José da Casanova, estudió Filosofía en Salamanca y volvió con 22 años a su pueblo natal, que nunca volvió a dejar. «Fue testigo de la decadencia demográfica del concejo, del paso inevitable e implacable del tiempo. Los pueblos están formados por el paisaje y el paisanaje. Y Manolo es, fue y será parte fundamental del paisanaje de Pesoz», señalan los de Argul.

Las muestras de cariño y respeto se suceden por la comarca, desde aquellos que compartieron muchos momentos con Manolo hasta quienes solo de paso por Pesoz no olvidaron nunca más su encuentro con él. «Era servicial a más no poder y una enciclopedia andante», recuerdan sus allegados, con profundo respeto por el filósofo más especial de Pesoz.